Problema medioambiental

La marea de plásticos perdida por un barco se extiende por la costa de Galicia

Los pellets de resina, caídos de un mercante hace casi un mes, aparecen en las Rías Baixas y también en playas de A Coruña y Lugo

Voluntarios 'luchan' contra la marea de plástico.

Voluntarios 'luchan' contra la marea de plástico. / Patricia Casteleiro

Manuel Méndez, Juan Calvo, Patricia Casteleiro

Las bolitas de plástico caídas hace un mes de un mercante y que se cuentan por millones han llegado también a las rías gallegas de Vigo y Arousa. Hasta ahora había ensuciado las playas situadas más al norte, entre Ribeira y Muxía, pero este sábado aparecieron en arenales de O Grove, Cangas, Ons y Nigrán, además de en A Coruña, Oleiros, Outes y zonas de la Mariña lucense. El origen de esta marea plástica es la pérdida de carga por parte del mercante Tocano frente a la costa portuguesa el pasado día 8 de diciembre. Varios contenedores cayeron al mar y de ellos salieron los gránulos blancos que ahora contaminan las playas gallegas.

Entre los municipios arousanos más afectados están A Illa y O Grove, donde se ha detectado no solo la llegada de sacos repletos de esas bolas, sino también la aparición de millones de unidades sueltas y dispersas en el Parque Natural de Carreirón, la costa rocosa de Con Negro y playas como O Carreiro, Area Grande, Barcela y Barreiriño. Razón por la cual grupos políticos como el BNG de A Illa y el gobierno socialista de O Grove llaman a la solidaridad y animan a los vecinos tanto a comunicar la presencia de estas bolas como a colaborar en su retirada.

Una labor que ya se ha hecho notar en diferentes puntos de los dos municipios arousanos. En el isleño, por ejemplo, el viernes participaron decenas de voluntarios que incluso idearon un método para hacer la recogida más efectiva; recordando mucho el ingenio que derrocharon los ciudadanos cuando fue preciso luchar contra el chapapote del Prestige. Se trata de un rastrillo al que incorporaron una red metálica para arrastrar la arena e introducir el artilugio en un capazo de agua, para así separar las bolas de resina.

Acto seguido, con ayuda de un colador, se procede a cribar el plástico para separarlo de las algas antes de entregar los residuos a los servicios de emergencia, guardacostas o cualquier otro colectivo que se ocupe de la recogida de estos residuos.

Ya sea de este modo, o de cualquier otro, parece que cada vez son más los vecinos que se suman a estas tareas de limpieza.

Muchos de ellos animados por la asociación medioambiental Noia Limpa, la primera en dar la voz de alarma y entidad encargada de elaborar un mapa en el que se recogen las zonas afectadas, además de haber creado un grupo de WhatsApp que ya tiene alrededor de setecientos miembros y sirve para organizar acciones de limpieza en diferentes puntos de las Rías Baixas.

Todo ello da cuenta de la enorme preocupación existente. La cual radica en que estas diminutas esferas de plástico, con un tamaño inferior a 5 milímetros y usadas habitualmente en procesos industriales, constituyen una verdadera amenaza para el medio ambiente, ya que pueden ser ingeridas por aves, mamíferos marinos y peces. De ahí que se hayan puesto en marcha diversos sistemas de control para tratar de determinar y frenar el avance de estos residuos.

Estas diminutas esferas de plástico, con un tamaño inferior a 5 milímetros y usadas habitualmente en procesos industriales, constituyen una verdadera amenaza para el medio ambiente

En el caso de O Grove, es la concejalía de Medio Ambiente, dirigida por Ángeles Domínguez, la encargada de llamar a la colaboración ciudadana para frenar esta amenaza. “La gente aún no es del todo consciente de lo que estamos sufriendo, pero esto es como el Prestige, solo que de color blanco”, advierte la edil socialista, visiblemente preocupada por lo que está sucediendo en su pueblo.

Esto es desesperante porque estas bolas son casi como granos de arroz que se mezclan con la arena y resultan imposibles de sacar”, apostilla la concejala, dispuesta a reunirse mañana con la cofradía de pescadores y la sociedad cooperativa de mejilloneros Amegrove “para ver qué podemos hacer entre todos”.

"Esto es desesperante porque estas bolas son casi como granos de arroz que se mezclan con la arena y resultan imposibles de sacar"

Se trata de actuar con la mayor celeridad posible, desde el preciso momento en que se detecte la presencia de esas bolas en la costa meca –ya sea en sacos o sueltas–, de ahí que el Servicio Municipal de Emergencias de O Grove patrulle la costa y desde el ejecutivo se anime a los ciudadanos a hacer lo propio.

Además se pide a todos aquellos que recorran la costa, que comuniquen la localización de cualquier residuo detectado, lo cual pueden hacer a través del 112, o bien en los teléfonos de Emergencias (986 732 255), Policía Local (986 733 333) o Almacén Municipal (986 730 636).

“Dadas sus características, no es posible retirar este residuo del mar, pues no se encuentra en la superficie, por lo que solo puede ser eliminado cuando alcanza la costa”, explica la propia concejala de Medio Ambiente.

De ahí la importancia de la colaboración ciudadana para ayudar a limpiar las playas e informar de cualquier resto, antes de que los animales ingieran ese material o las mareas vuelvan a engullirlo.

Una colaboración similar a la que prestaron los vecinos que entre el viernes y el sábado alertaron de la aparición de los primeros sacos llenos de esas bolas de resina en el entorno de O Carreiro, y de todos aquellos que están informando de la llegada de ingentes cantidades de bolas sueltas que afectan a una superficie cada vez mayor de la costa meca.

Situación en Cangas

Más al sur, en Cangas, no llegaban a las 16.00 horas cuando el Servicio de Emergencias del 112 recibió una llamada de un particular en la que se alertaba de la presencia de los pellets de resina en las playas de Nerga y Viñó, si bien la Consellería do Mar descartó su presencia tras enviar a personal a inspeccionar la zona. Sin embargo, ayer se podía ver las bolitas en la playa de Nerga, muy cerca del lugar donde están las embarcaciones, mezclada entre arena y algas.

De hecho, pudieron ser vistas también por varios marineros, tanto por la mañana como por la tarde, aunque reconocen que en escasa cantidad y que se encontraban en medio de las algas que deja el mar. A las 16.30 horas, otro particular alertaba de la presencia de este material plástico en la playa de Viñó. A última hora de la tarde, la Consellería de Medio Ambiente confirmaba que se había detectado una pequeña cantidad de restos de estos plásticos en la isla de Ons, dentro del Parque Nacional, en concreto en la playa de Area dos Cans.

El Servicio de Emergencias del 112, nadas más recibir las alerta, se puso en contacto con el Grupo Municipal de Emergencias de Cangas y con la Policía Local, que trasladaron a la alcaldesa accidental, la socialista Iria Malvido, la situación. Pero Cangas no movilizó a sus efectivos. Aseguró que no tenía competencias para intervenir cuando la contaminación era de mar a tierra, como en este caso, así que activó el denominado plan Camgal. El citado plan de contingencias marino firmado por el Concello de Cangas en 2014 señala que en un caso como éste, es la Xunta la que tiene la competencia para intervenir. Iria Malvido asegura que el Concello iba a estar vigilante por si el material plástico llegaba a otras playas de Cangas en la Ría de Vigo y mencionó que, de momento, no había entrado en la ría de Aldán, aunque se temía que lo hiciera próximamente.

La Consellería do Mar, además desmentir la presencia de plástico en las playas de Cangas, sostiene que en el caso de que la playa estuviese contaminada por residuos es competente el Concello de Cangas para actuar, independientemente del protocolo que dicta el plan Camgal, que es el que activó el Concello de Cangas por su propia cuenta.

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La empresa polaca Bedeko Europe, fabricante de los sacos de pellets, achaca la responsabilidad del vertido a la naviera Maersk y se desvincula de la propiedad de las bolsas, la cual atribuye a una empresa india. Hasta ahora, los concellos afectados por las mareas de plástico se cifran en 12. “El propietario es un fabricante indio, y la responsabilidad por la pérdida de muchos contenedores en el mar, incluido uno con gránulos, recae en la empresa de transporte Maersk, que realizó este transporte con seguro completo para tales eventos”, declara la directora de logística de la corporación polaca, Urszula Hass. “Quisiéramos enfatizar que, a pesar de que el nombre de nuestra empresa aparece en las bolsas encontradas, no somos sus propietarios y no asumimos responsabilidad por el daño resultante”, añade.

Desde Bedeko afirman que la pérdida de contenedores por parte de la naviera no solo sucedió en las costas gallegas, sino que la situación se replica en el norte de Europa. “Como consecuencia de las últimas tormentas, los barcos de Maersk perdieron cerca de 50 contenedores, lo que llevó a la aparición de muchos objetos en las costas, una situación sin precedentes en muchos años”, dice Hass. Además, la directora incide en que estos microplásticos no son dañinos para la salud. “No es un producto tóxico”, sostiene.