Que no te falsifiquen la Navidad: proliferan los jamones, el vino y el aceite de oliva fraudulentos

Ya está aquí la Navidad. Con su Nochebuena, su Nochevieja su Año Nuevo y sus fiestas adyacentes. Fechas, todas ellas, en las que se reúne la familia para comer. Mucho y bien. O esa es la intención. Porque las falsificaciones, tan a la orden del día, también se han convertido en una lacra en nuestro país en el sector de la alimentación.

Esta tipología de delito ya ha registrado un total de 19 infracciones detectadas por la Guardia Civil en lo que llevamos de 2023 en nuestro país. El Instituto Armado, en el marco de la Operación Delta India, ha realizado 2.800 inspecciones en diversos establecimientos y medios de transporte.

En total hay 17 personas investigadas por la comisión de 19 delitos contra productos sujetos a Denominación de Origen Protegidas (DOP), Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) y Especialidades Tradicionales Garantizadas (ETG). Y los principales productos sobre los que se comete fraude son el jamón, el vino y el aceite de oliva.

Además se han denunciado 202 infracciones y se han detectado varios 'modus operandi'. Desde la falsificación de documentos para la importación de productos deficientes al incumplimiento de los requisitos legales existentes en España, pasando por la falsificación de efectos timbrados o precintos de los propios envases.

“Son delitos que van por rachas. Siempre han estado ahí, pero experimentan un repunte considerable durante estas épocas del año”, explican fuentes de Guardia Civil a El Periódico de España, de Prensa Ibérica, apuntando que el delito más recurrido “está relacionado principalmente con el fraude en el vino”.

Vino falso

En este frente, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Comandancia de Toledo (Seprona) ha investigado a un varón por un delito contra la propiedad industrial, por la producción y venta al público de vino con etiquetado de la denominación de origen “La Mancha” sin figurar inscritos ni poseer autorización de la citada DOP.

"Se trata de un empresario del municipio toledano de Yepes, de 56 años. En este caso, el problema venía en el etiquetado. Se han intervenido 25.000 etiquetas, 29.000 contra-etiquetas y 7.200 cápsulas, todas ellas con simbología de la “D.O.P. La Mancha", explican los agentes a este diario.

Aunque no es el único caso. En el de Toledo fueron etiquetas, pero en otra operación en Alicante se ha encontrado una bodega que modificaba bebidas elaboradas a base de vino. “Algo parecido al vermú”, cuentan fuentes de la Guardia Civil.

“Por parte de personal especialista de la Comandancia de Alicante, se localizó una bodega en la que, de forma ilegal, se adulteraban distintos productos, en especial bebidas aromatizadas a base de vino, que eran compradas a fabricantes legales, si bien, en esta bodega se procedía a añadirles distintas esencias aromáticas y azúcar”.

“Una vez modificadas sus condiciones organolépticas, a la bebida aromatizada, se le daba un sabor y olor similar a otras bebidas alcohólicas como vermut, moscatel y la mistela (vino licor). En este caso, hay dos personas investigadas y se han aprehendido 5.571 litros de distintas bebidas alcohólicas y 1.950 kilos de miel”.

Jamón de fraude

Uno de los productos protagonistas de los ágapes navideños de nuestro país es el jamón. La estrella del picoteo nacional. Y aquí también se han desarrollado varias actuaciones, todas en Andalucía (Sevilla y Huelva), relacionadas con productos alimentarios que pasaban por jamón, pero que no cumplían las normas establecidas.

La operación relativa a Huelva tuvo lugar en la localidad de Jabugo, famosa precisamente por sus jamones. En el marco de una investigación policial iniciada en febrero de 2022, se investigaron varios supuestos delitos de fraude alimentario con productos curados relacionados con el cerdo ibérico.

La organización criminal, según explican desde la Guardia Civil, se encontraba activa desde hace unos años en la Sierra de Huelva y, en su actividad, se dedicaba a la venta fraudulenta de jamones y paletas manipulando el etiquetado de origen de las piezas para re-etiquetarlo y vender el producto con su propia marca.

Se detectaron así delitos de fraude alimentario en productos curados de cerdo ibérico con irregularidades en la producción, etiquetado y comercialización de jamones y paletas ibéricas, culminando con la investigación de ocho personas y la intervención de 52.176 kilos y 2.998 piezas de jamones y paletas. “En este caso, como se pierde la trazabilidad, se destruye”, cuentan los agentes a este diario.

La otra operación tuvo lugar en la provincia de Sevilla. En este caso se trata de productos alimentarios procedentes de la caza mayor y el cerdo. Según los agentes, se intervinieron 4 toneladas de productos de caza mayor y 200 kilos de cerdo. El problema en este caso era que el producto era congelado y, por tanto, no apto para el consumo.

Aceite adulterado

A principios de diciembre, la Guardia Civil arrestaba a 11 personas en España e Italia (los mayores productores del mundo), en una operación conjunta con los Carabinieri italianos y Europol, que formaban una organización que fabricaba y distribuía aceite de oliva adulterado. En España, los registros se llevaron a cabo en las ciudades de Jaén, Córdoba y Ciudad Real.

El Seprona de la Guardia Civil realizó la inspección de un camión que transportaba aceite de oliva en Manzanares (Ciudad Real) donde detectó una serie de anomalías. A raíz de este caso, la Unidad Orgánica de Policía Judicial inició la operación “Omegabad”. Los agentes comprobaron la existencia de una organización con dos ramas, una española y otra italiana, dedicados a distribuir aceite de oliva adulterado a nivel internacional.

En España utilizaban una empresa vinculada con el proceso de adquisición de aceites de menor categoría para realizar cambios en la categoría de aceites turbios a lampantes para convertirlos en virgen y virgen extra mediante falsificaciones de la documentación para poder comercializarlos. Mezclaban los aceites turbios, un subproducto del de oliva, con el aceite de oliva de mejor calidad. El objetivo era conseguir unos parámetros adecuados de grasas y eritrodiol que permitieran su comercio. También impedían la trazabilidad del producto mediante el no registro de los aceites de oliva de su empresa.

En Italia, dos empresas aglutinaban aceites de gran parte de los países que tienen relevancia en el panorama oleícola, entrando la mayoría en la Unión Europea a través de Portugal y realizando con ellos los mismos procedimientos de falsificación y manipulación que en España. Además, utilizaban una fuerte estructura empresarial trasnacional mediante mercantiles en los principales países productores de aceite sin controles de trazabilidad como el español que facilitaba la labor de adulteración.

En total se intervinieron 16 depósitos de aceite y más de 5.200 litros de aceite de oliva adulterado listo para su venta al público. Han sido intervenidos más de 91.000 euros en efectivo, cuatro vehículos de alta gama y bloqueado varias cuentas bancarias.