ANTICONCEPCIÓN

Enfrentarse a la colocación del DIU sin herramientas frente al dolor: "Un médico me recomendó vino para las molestias"

Muchas mujeres utilizan las redes sociales para explicar las molestias que sienten al introducir este método contraceptivo

Los profesionales sanitarios inciden en que la información y comunicación con las pacientes es clave

A la izquierda, un DIU hormonal y a la derecha, uno de cobre.

A la izquierda, un DIU hormonal y a la derecha, uno de cobre. / LA VOZ DE LA SALUD

María G. San Narciso

Núria se puso su primer DIU en 2016 porque siempre se le olvidaba tomar la píldora anticonceptiva. Al no haber tenido hijos y tener el canal más estrecho, le dieron una pastilla para dilatar un poco la zona. “Igualmente me hizo daño. Tener algo ahí metido es una sensación muy rara, como si tuvieras que ir al baño todo el rato. Pero en dos horas o así ya se me había pasado. Las primeras reglas también me dolieron bastante. Me daban como cólicos. Pero luego ya está”, asegura. Desde 2019 lleva uno hormonal que dura cinco años y le va mucho mejor.

“Al ponerlo no tuve una mala experiencia. Duele, pero estaba avisada”, explica Irene. En su caso, fueron dos días de contracción y espasmos “como si estuviera de parto”. Con buscapina lo arregló. Quitándolo fue todo peor. “Tuve un dolor que me moría”, asegura.

La última encuesta sobre anticoncepción en España, publicada en 2022, mostró 2,9% de las mujeres españolas en edad fértil utiliza un DIU de cobre y otro 3,8% un DIU hormonal. Sin embargo, su introducción puede ser especialmente dolorosa para muchas mujeres, que a día de hoy continúan sin poder acceder a un alivio eficaz. Algunas aseguran que llegan a desmayarse. La información que les ofrecen sus profesionales sanitarios antes y durante el procedimiento es, como asegura Abel Renuncio Roba, vocal de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Contracepción, clave para facilitar el proceso y tomar medidas preventivas.

Durante estos últimos años, muchísimas mujeres están utilizando las redes sociales para compadecerse de las dolorosas inserciones y, a veces, de sus extracciones del DIU . Un estudio publicado el pasado mes de enero hizo un repaso a TikTok para buscar los 100 mejores vídeos con el hashtag #IUD (DIU en inglés). Los investigadores encontraron que prácticamente todos ellos (el 97%) destacaban una experiencia negativa, ya fuese por el dolor del procedimiento o por otros efectos secundarios.

“Depende un poco la susceptibilidad de cada persona para el dolor. En primer lugar, porque las hay que pueden tener un umbral más alto o más bajo del dolor”, asegura el doctor. Por lo general, para las mujeres que ya de por sí tienen más dolor con las reglas es más fácil que en el momento de la inserción tengan un dolor, que aquellas que no sufren de dismenorrea.

También influyen las características anatómicas de esta y otros factores ligados a los antecedentes ginecológicos como, por ejemplo, los posibles embarazos y partos previos. En esos casos, explica que el cuello del útero está más dilatado, por lo que la inserción del DIU es más fácil que entre quienes no hayan pasado por una gestación o las que hayan tenido un parto por cesárea, aunque eso no indica que esté contraindicado para ellas. “Prácticamente se le puede colocar a cualquier mujer”, afirma.

Pocas herramientas frente al dolor

Sin embargo, reconoce que “es difícil evitar” el dolor. “Hay estudios que señalan que la analgesia previa no lo reduce de forma significativa. No se ha constatado que el tomar un analgésico la hora de antes reduzca la percepción de ese dolor. Lo único que encuentran los estudios es que la vivencia es algo menos molesta si se tiene información. El saber que vas a tener ese dolor y el estar perfectamente informada de los diferentes pasos que se van dando resta esa incertidumbre que muchas veces puedes tener al no saber muy bien lo que te está pasando", asegura.

Asimismo, el vocal de la SEC indica que en el consentimiento informado figura la aparición dolor. "Aun así, se les explica verbalmente que va a haber un dolor que, normalmente, es limitado al momento de la inserción", afirma. Por su parte, los desmayos no suelen ocurrir durante la colocación del DIU. Solo después, en casos en los que hay una hipotensión, y como forma reactiva al descenso de la tensión arterial por el dolor previo, pueden llegar los mareos.

En el caso de utilizarse anestesia, Renuncio Roba asegura que suele ser algún gel tópico que se coloca dentro del cuello del útero, algo que "tampoco consigue una gran mejoría". Se utiliza en aquellos en los que, o se prevé que va a ser muy dificultoso, o se ha fracasado previamente la inserción por dolor, o se ha fallado porque técnicamente es un cuello más complicado de dilatar.

En el año 2019, también se publicó un estudio que sugería que el bloqueo paracervical podría ser eficaz durante y después del procedimiento. "Lo que pasa es que muchas veces es tan breve el dolor [durante la colocación del DIU] que los efectos secundarios que puedes tener o la duración de ese bloqueo puede que sea excesivo respecto al mismo", indica el doctor. De ahí que, salvo en casos muy puntuales, no esté recomendado.

Un método efectivo

Renuncio Roba explica que es un método muy efectivo con respecto a otros, donde hay más posibilidad de fallos, olvidos o mala absorción por vómitos o diarreas. También es positivo para gente joven por su eficacia durante varios años.

Pero parece ser que no todos los profesionales piensan igual. Fátima decidió preguntar sobre el DIU en la sanidad privada. Fue justo tras la pandemia, así que en la pública no tenía cita casi para un año después. “El ginecólogo era un poco impertinente en general. Yo le conté que quería utilizar un método anticonceptivo no hormonal y que había visto que estaba el DIU de cobre. Él me lo explicó brevemente, pero todo el rato me decía que eso era una tontería, que era el peor método, que dolía y que solo quería ponérmelo porque nos tenían la cabeza comida a las mujeres con el tema de las hormonas. Me recomendaba con mucha insistencia otros métodos en donde se me regulase la regla de manera química y que yo no tuviese que preocuparme de nada nunca más. Me decía que incluso podía quitarme la regla para siempre si eso era lo que yo quería. Yo le decía que prefería mantener mi regla ‘natural’”, explica a este periódico.

Le insistió en las desventajas del DIU de cobre y finalmente me lo puso. “Pero no sin antes darme a entender que mi decisión era absurda”, recalca. Con respecto al dolor, afirma que duele, pero al ser una intervención es muy rápida, lo llevó sin problemas. "Aunque me dijo que me dolería después porque el útero detecta un cuerpo extraño y hace movimientos como los de la regla y que si me dolía mucho, que me tomara una copa de vino tinto. Y me la tomé, porque el post duele bastante durante un par de días, como una regla fuerte. Ya ha pasado el tiempo y me he acostumbrado", concluye Fátima.