Análisis de un millón de personas

Un estudio internacional revela que los TAC en niños aumentan el riesgo de desarrollar cáncer

Los resultados ponen de manifiesto la importancia de seguir aplicando estrictas medidas de protección radiológica, especialmente en la población pediátrica

Un TAC pediátrico en un hospital catalán.

Un TAC pediátrico en un hospital catalán. / EFE

Beatriz Pérez

Los TAC en niños y jóvenes de menos de 22 años aumentan en un 16% el riesgo de acabar desarrollando cáncer de la sangre. Un estudio internacional (el EPI-CT), en el que han participado casi un millón de personas de todo el mundo, confirma esta "fuerte" y "clara" asociación.

El análisis, que ha seguido a estas personas durante una década, ha sido liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por La Caixa, y publicado en 'Nature Medicine'. Los resultados ponen de manifiesto la importancia de seguir aplicando estrictas medidas de protección radiológica, especialmente en la población pediátrica. Los médicos recuerdan que cualquier radiación es dañina, pero recuerdan que cada vez las máquinas utilizadas en los hospitales son más seguras.

El análisis, liderado por ISGlobal, defiende que estas pruebas "salvan vidas", pero pide aumentar aún más las precauciones

"Los TAC [las tomografías axiales computarizadas que, mediante rayos X, permiten observar el interior del cuerpo humano] son una herramienta indispensable en la práctica clínica. Hemos hecho este estudio de vigilancia como investigadores en salud pública y visto un pequeño aumento de riesgo de cáncer. A nivel individual, el riesgo es pequeño", explica a El Periódico de Cataluña, del grupo Prensa Ibérica, Elisabeth Cardis, jefa del Grupo de Radiación de ISGlobal y coordinadora del análisis.

La investigación, que ha seguido a un millón de personas durante una década, concluye que hay una "clara asociación"

Estudios previos sugerían un mayor riesgo de cáncer en niños expuestos a TAC, pero tenían varias limitaciones metodológicas. Ahora, tras examinar durante más de una década a casi un millón de personas, se confirma un riesgo que llevaba latente desde hacía tiempo.

Según las estimaciones de esta investigación, por cada 10.000 niños a los que se les hace un TAC, hay "uno o dos" que a los 12 años desarrollaron cáncer por la radiación. Aunque el riesgo sea "pequeño", insiste Cardis, es importante medirlo y ver "cómo reducir las dosis" de radiación de estas pruebas.

Por cada 10.000 niños a los que se les hace un TAC, hay "uno o dos" que a los 12 años desarrollaron cáncer por la radiación

Pese a los indiscutibles beneficios de los TAC ("salvan vidas, detectan patologías graves", precisa esta investigadora), el uso generalizado de este procedimiento en las últimas décadas ha suscitado preocupación en la comunidad médica y científica por los posibles riesgos de cáncer asociados a la exposición a radiaciones ionizantes, sobre todo en pacientes jóvenes. Según Cardis, la exposición asociada a la tomografía computarizada se considera baja (menos de 100 miligrays -mgy-), pero sigue siendo superior a la de otros procedimientos diagnósticos.

Desarrollo del estudio

Este estudio se realizó con los datos de los registros radiológicos de 276 hospitales, que después se vincularon a registros de población de nueve países. En él, se analizaron datos de casi un millón de personas que se habían sometido a al menos un TAC antes de los 22 años. El equipo investigador calculó, para cada persona, la dosis de radiación absorbida por la médula ósea, que es donde se producen las células sanguíneas.

"Los médicos deben valorar bien si necesitan hacer un TAC. Si es que sí, debe hacerse con las dosis más bajas de radiación posibles"

Elisabeth Cardis

— Jefa del Grupo de Radiación de ISGlobal

Los resultados del análisis muestran una clara asociación entre las dosis totales de radiación absorbidas por la médula ósea procedentes de las tomografías computarizadas y el riesgo de desarrollar tumores malignos, tanto mieloides como linfoides. El análisis concluye que una exploración típica hoy en día (con una dosis media de unos ocho mgy) aumenta en un 16% el riesgo de desarrollar este tipo de cánceres.

Según Gardis, aunque los hospitales son "muy conscientes" de este peligro, todavía hay que tomar medidas para "reducir los riesgos". "Los médicos deben valorar bien si necesitan hacer un TAC o si basta con hacer otro tipo de examinación. Si hay que hacer un TAC, debe hacerse con las dosis más bajas de radiación posibles manteniendo la calidad del diagnóstico", explica esta investigadora, que asegura que, desde hace 15 años, los hospitales pediátricos toman "muchas precauciones" para "justificar" un TAC.

"Los que trabajan en radiología pediátrica saben de los riesgos, pero otros médicos no son tan conscientes", destaca. ISGlobal ha desarrollado un documento, que se puede consultar en este enlace, donde desgrana una serie de preguntas y respuestas sobre los riesgos de los TAC dirigidos a los padres y madres de estos niños.

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