Demencia incurable

Un nuevo marcador de alzhéimer pronostica qué pacientes sufrirán un deterioro más rápido

Investigadores del Hospital del Mar Research Institute han descrito, por primera vez, un marcador que pronostica qué pacientes con alzhéimer u otros tipos de demencias sufrirán una evolución más rápida de la enfermedad

Familiares de una persona con alzhéimer.

Familiares de una persona con alzhéimer. / Jordi Cotrina

Beatriz Pérez

Gran parte de la investigación en el campo del alzhéimer está dirigida al diagnóstico precoz, a la búsqueda de biomarcadores que puedan predecir el riesgo de sufrir la enfermedad. El objetivo es anticiparse a una enfermedad, por el momento, incurable. Ahora investigadores del Hospital del Mar Research Institute (Barcelona) han descrito, por primera vez, un marcador que pronostica qué pacientes con alzhéimer u otros tipos de demencias sufrirán una evolución más rápida de la enfermedad.

"Los pacientes con una barrera hematoencefálica [una red de vasos sanguíneos del cerebro] más dañada tienen un peor pronóstico"

Albert Puig Pijoan

— Neurólogo del Hospital del Mar

Este marcador viene dado por el grado de deterioro de la barrera hematoencefálica, la red de vasos sanguíneos que regula los intercambios entre la sangre y el cerebro y que protege a este órgano de posibles agresiones e infecciones. "Hemos visto que los pacientes con una barrera hematoencefálica más dañada tienen un peor pronóstico", explica a este diario Albert Puig Pijoan, neurólogo adjunto del Servicio de Neurología del Mar e investigador en neurociencias.

Este trabajo acaba de ser publicado en la revista 'Alzheimer's & Dementia' y en él también han participado investigadores del Barcelona Beta Brain Research Center (BBRC), centro de investigación de la Fundació Pasqual Maragall, entre otros. "Hemos seguido a los pacientes durante cuatro años y este es el resultado más importante: quienes tienen una barrera hematoencefálica más dañada sufren un deterioro más rápido. Esto pasa en pacientes con alzhéimer como en pacientes con otras enfermedades con deterioro cognitivo", explica Puig Pijoan, primer firmante del trabajo. Hasta ahora se disponía de pocos marcadores que permitan prever qué pacientes con diagnóstico de alzhéimer u otras demencias iban a tener una evolución más rápida.

Este hallazgo señala, según este neurólogo, una posible diana terapéutica dirigida a preservar o restaurar esta estructura, esto es, la barrera hematoencefálica. Pero, además, esto también podría servir como un "marcador pronóstico" para caracterizar mejor cada paciente y tener un pronóstico más preciso de su evolución. Y, así, realizar una terapia para retrasar lo máximo posible el avance de la enfermedad.

"Este marcador ya se conocía. La novedad es su posible aplicabilidad clínica y descubrir que utilizarlo en la práctica clínica puede servir para indicar qué pacientes tendrán un peor pronóstico", cuenta el neurólogo. El hallazgo es "prometedor", pero aún hay que ampliar la muestra de pacientes con otras cohortes clínicas.

¿En qué consistió el estudio?

Para comprobar si la barrera hematoencefálica sirve como predictor de alzhéimer, los investigadores del Mar realizaron el seguimiento de más de 300 pacientes durante cuatro años. Todas estas personas habían sido diagnosticadas de deterioro cognitivo leve o demencia, considerada la antesala del alzhéimer. Los médicos les realizaron valoraciones neuropsicológicas, una punción lumbar, una resonancia magnética y visitas clínicas de seguimiento.

Este hallazgo señala una posible diana terapéutica dirigida a preservar o restaurar esta estructura cerebral

Los resultados indican que aquellos en los cuales la punción lumbar tenía niveles más elevados de albúmina (una proteína producida por el hígado) en el líquido encefalorraquídeo respecto a los niveles en sangre (que indica un deterioro de la función protectora de la barrera hematoencefálica) tenía una evolución de la enfermedad más acelerada.

Una de las ventajas de este marcador es que es relativamente simple comprobar los niveles de albúmina en el líquido cefalorraquídeo y en sangre.

El origen, el daño vascular

Los investigadores destacan que hay diferentes factores clínicos y biológicos que pueden afectar a la capacidad de la barerra hematoencefálica de proteger el cerebro. Los más comunes en la población estudiada son ser hombre, los factores de riesgo cardiovascular (especialmente la diabetes) y la presencia de signos de lesión vascular detectados a través de resonancia magnética.

"La hipótesis es que el daño vascular provoca esta alteración de la permeabilidad, lo que provoca una aceleración del deterioro cognitivo provocado por la enfermedad que provoca la demencia", dice por su parte Ángel Ois, último firmante del estudio, investigador del Hospital del Mar Research Institute y neurólogo del Hospital del Mar.

Según el doctor Puig Pijoan, los factores de riesgo vascular y el daño cerebrovascular son "dos de los principales mecanismos" implicados en el deterioro cognitivo, no solo en alzhéimer. "Por tanto, incidir en la prevención de estos factores de riesgo y contar, potencialmente, con terapias dirigidas, puede ser una vía muy interesante a explorar", concluye.

Suscríbete para seguir leyendo