La batalla con el cajero
Más allá de las colas, se debe tener la destreza de colocar la tarjeta en la ranura correcta y recordar el código de seguridad. A menudo, acaban pidiendo ayuda a desconocidos. También sienten gran inseguridad por operar en plena calle.
Pánico a las transferencias
El miedo a equivocarse en el número de cuenta al realizar una transferencia es paralizante. Muchos ancianos manifiestan la inseguridad que se siente al no saber si tu dinero viaja a su destino correctamente.
El via crucis de sanidad
Las app de los servicios de sanidad son una trampa para muchos si deciden usarlas. Demasiado a menudo, se encuentran en dificultades a la hora de escribir y sintetizar los problemas de salud que tienen.
La previa de la cita previa
Muchos ancianos se encuentran que para realizar cualquier trámite se necesita una cita previa. Si hacerlo por internet es un galimatías, por teléfono se chocan con el desconocido idioma del robot.
"OK, Google, ¿cómo te llamas?"
Núria compró a su madre un asistente de voz para que cada día le recordara las pastillas que tenía que tomarse. La señora se olvidaba del nombre del asistente. O no lo pronunciaba correctamente.
El laberinto de los robots telefónicos
La atención telefónica tampoco es un tema sencillo. Primero se ha de tener el número al que llamar, salvar el laberinto del "pulse 1, pulse 2…" y, lo más exasperante para muchos, sintetizar el problema y que la máquina no los entienda.
No hay ocio sin reserva online
Muchos se encuentran que para comprar entradas para espectáculos deben hacerlo online, algo que les excluye de la cultura y el ocio o los hace dependientes. Y si piensan en acudir a la taquilla, se pueden quedar sin sitio.
El sudoku de la teleinteligente
Hay un mundo nuevo de ocio en streaming que ven de muy lejos. No solo para darte de alta en las plataformas, sino que navegar por ellas con el mando a distancia del televisor requiere completar un sudoku imposible.
Caos en el turno electrónico
Aún que acudas a hacer un trámite de manera presencial, en muchos sitios debes obtener un número en una máquina para reservar sitio en una cola virtual. Algo sencillo para muchos, es un dolor de cabeza para otros.
Timos a golpe de clic
Cualquiera que tenga teléfono puede comprobar la cantidad de estafas que uno recibe en su dispositivo. En este sentido, el colectivo de gente mayor es especialmente vulnerable.