Facebook, la red social creada por Mark Zuckerberg, no atraviesa uno de sus mejores momentos. Al apagón del pasado 4 de octubre, y que afectó también a WhatsApp e Instagram , se suma la revista Time, que en su última portada plantea la pregunta 'delete Facebook?' (¿borrar Facebook?), sobre una imagen de Mark Zuckerberg. Y dos opciones: delete (borrar) o cancel (cancelar). Diez años separan a esta portada de otra en la que la prestigiosa publicación ensalzaba la figura de Zuckerberg bajo el titular de 'Persona del Año'.

Sin embargo, no solo ha pasado una década entre las dos publicaciones, también han pasado más cosas. La última, la caída de la reputación de Facebook después de que una extrabajadora revelara que la empresa tiene desde hace tiempo documentos internos que admiten que esta red social (Facebook pero también Instagram) acentúa los problemas mentales de las menores, alimenta el odio y permite a ciertos usuarios violar sus normas. Durante este mes de septiembre, el ‘Wall Street Journal’ ha publicado una serie de investigaciones en las que se destapa cómo el gigante de las redes sociales ha maniobrado durante años para engañar a sus usuarios y esconder el nocivo impacto que tiene en la sociedad con el objetivo de seguir engrasando su negocio.

El escándalo ha llegado al Congreso de EEUU, donde esta semana ha testificado la exdirectiva Frances Haugen. "La compañía esconde intencionadamente información al público y a los gobiernos de EEUU y alrededor del mundo", ha denunciado la extrabajadora.

 Mark Zuckerberg ha necesitado varios días pero finalmente ha roto su silencio para responder a las filtraciones de la exempleada. “No tiene ningún sentido”, ha remarcado el fundador y director ejecutivo del gigante de las redes sociales. “Ganamos dinero con los anuncios y los anunciantes nos dicen constantemente que no quieren que sus anuncios se encuentren junto a contenido dañino o enojado. Y no conozco ninguna empresa de tecnología que se proponga crear productos que enfurezcan o depriman a la gente. Los incentivos morales, comerciales y de productos apuntan en la dirección opuesta”, explicó en un comunicado interno que ha hecho público. “El argumento de que promovemos deliberadamente contenido que enfurece a la gente con fines de lucro es profundamente ilógico”.