La localidad de Pollença recibió ayer el galardón que le cataloga como uno de los pueblos más bonitos de España en un acto en el que estuvieron presentes el alcalde de Pollença, Bartomeu Cifre, junto con el presidente de la Asociación de los Pueblos más Bonitos de España, Francisco Mestre, el conseller de Educación y Formación Profesional del Govern, Martí March y el conseller insular de Turismo, Andreu Serra.

Cifre defendió que se trata de una proclamación que «reconoce el trabajo y el esfuerzo diario de todos los pollencins y pollencines para conservar la belleza». Añadió que trabajan para ser «un referente nacional en cuanto a destinos de calidad se refiere».

La Asociación Los Pueblos más Bonitos de España, que ya cuenta con 104 localidades únicas, nace de la convicción y necesidad de poner en conocimiento de todo el mundo los maravillosos pueblos que salpican la geografía española y promocionar los pequeños municipios.