El verano, el sol, la playa, los helados... son cosas que casi siempre van de la mano. Así que no podía faltar en esta sección de recetas estivales un helado, y no uno cualquiera, uno memorable. O al menos eso nos dicen muchas personas que lo han probado.
El mango es una fruta jugosa y refrescante con alto poder antioxidante gracias a su riqueza en vitaminas C, E y betacarotenos. Con menor contenido calórico del que nos podría hacer pensar su sabor dulce. Conviene tener en cuenta que cuanto más maduro sea, su perfume y dulzor serán más marcados y contribuirán a que consigamos un helado aromático y delicioso.
La leche de coco, que recomendamos sea de lata, le aporta gran cremosidad y un sabor que conjuga a la perfección con el mango. Aunque es cierto que es rica en grasas saturadas, esto no representa un problema si la consumimos con moderación. Al fin y al cabo, los helados son un capricho del que no hay que abusar.
El endulzante podemos elegirlo según nuestras preferencias y añadirlo con moderación buscando un dulzor que sea agradable y a la vez, amable y relajado. Conviene evitar la sobresaturación de azúcar que noquea el paladar y no nos permite apreciar el resto de matices.
Por último, el jugo de lima y la pizca de sal son los ingredientes clave que realzan el sabor de este helado tan sencillo y natural como la vida misma. Ideal para ser degustado lentamente y sin prisas.
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Ingredientes:
- 2 mangos maduros
- 200 ml de leche de coco de lata
- 1 lima
- Endulzante al gusto
- Una pizca de sal marina
Preparación:
- Pelar los mangos y cortarlos en trozos pequeños.
- Colocar en un tupper, mejor si es de plástico o silicona porque nos será más fácil sacarlo después, y llevar al congelador hasta que esté completamente congelado .
- Poner la lata de leche de coco en la nevera con al menos 6 horas de antelación para que se solidifique la parte grasa y se separe del agua.
- Colocar el mango congelado en una batidora, mejor si es potente.
- Añadir la parte más sólida de la leche de coco y un poco del agua.
- Añadir endulzante a nuestro gusto, el jugo de lima y una pizca de sal.
- Batir hasta que nos quede un helado cremoso. Podemos ir añadiendo el agua de coco si lo vemos necesario hasta que obtengamos la textura deseada.
- Probar y añadir más endulzante, jugo de lima o sal hasta que esté a nuestro gusto.
- Disfrutar al momento.