Corría 2007. Nunca más volvieron a posar juntos. Se necesitaría a Goya para pintar esta foto en Marivent. En honor del numeral del año, se llamará el juego de los siete errores. Los peor intencionados empezarán por señalar la nariz antigua de Letizia Ortiz, pero qué puede pensarse de una dinastía en que la primera equivocación de casting corresponde al pater familias. Le quedaban siete años o errores en el trono, posa despreocupado con las manos en sus respectivos bolsillos y en el de los españoles. Los semblantes de Marichalar y Elena desmienten cualquier hipótesis matrimonial. Las dos hijas de Juan Carlos se han colocado a la máxima distancia posible de su cuñada, pero sin perder comba en la cuerda sucesoria. Froilán también llevaba escrito su futuro, Urdangarin ocupaba la posición más elevada una vez cobrados a precio de oro sus foros de hojalata. Cualquier parecido entre esta foto y una Familia Real es culpa de la foto.
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