La Pajarita, el histórico colmado cuyos orígenes se remontan a 1872, conocido por sus bombones y su charcutería, tiene la cocina encendida de lunes a viernes. Una señal de los nuevos tiempos en una empresa a cuyo frente se ha situado Pep Mulet, sexta generación familiar. El cuiner Pau Barceló, que ha pasado los últimos siete años con Santi Taura, primero en Lloseta y posteriormente en el restaurante Cor, es el encargado de elaborar el servicio de comidas preparadas que han estrenado recientemente, «con éxito», y los menús navideños que servirán en fiestas. Una renovación que también incluye una nueva página web y la interacción con los clientes en redes sociales.

Pep Mulet y Pau Barceló se conocen desde que tenían 19 años. Durante un tiempo trabajaron juntos en una tienda de música, hasta que el primero se fue a estudiar mecánica de aviones y el segundo, cocina. Mulet dejó lo de los aviones pero acabó despegando como músico, con la banda de Luis Alberto Segura, L.A., en el papel de guitarrista. Giraron sin cesar y cuando el grupo se tomó un descanso, en 2018, coincidiendo con el nacimiento del primero de sus dos hijos, su padre Javier, al frente del negocio, anunció su jubilación, y se presentó el dilema. «¿Qué harás: música o coges la tienda?», le preguntó. Eligió la segunda opción. No era la primera vez que se ponía a trabajar en la empresa familiar, «sabía, más o menos, de qué iba». Y no son pocas las Navidades que echó una mano a la hora de hacer esos fiambres marca de la casa, entre los que destacan delicias como el de pollo trufado. Pero tenía que aprender el oficio, el día a día, y lo logró con la ayuda de las dependientas Laura Díaz, Paquita Comas y Águeda Villalonga, y con su padre como guía. Así fue haciendo camino, hasta que llegó la pandemia.

Pau Barceló, Pep Mulet y el padre de éste último, Javier, ayer frente al colmado. A la derecha, algunos de los quesos, embutidos y vinos que se exhiben en los mostradores.

Los ERTE afectaron tanto a Barceló como a La Pajarita, y el confinamiento resultó ser «el detonante» de esta aventura que ahora inician, la de la renovación. «Y si hiciéramos comidas preparadas, nos dijimos. Nunca lo habíamos probado, más allá de alguna tortilla del día o un frit, pero no era algo sistemático». Del dicho al hecho. Hoy existe una carta online en la que se puede consultar qué hay durante toda la semana y lo que cuesta, y en unos días abrirán página web (lapajaritacolmado.com). Platos económicos, de 5 a 9 euros, que se valen de productos frescos, de temporada, de mercado (pasta con setas, pollo con boniato y puerros, berenjenas rellenas, salmón al cava con verduritas, canelones de atún y pimiento rojo...), y que están gustando, a juzgar por las respuestas en redes. Tanto elogio les ha llevado a idear unos menús navideños, con un primer plato asignado, la sopa de Navidad, «con caldo nuestro», apuntan, y tres opciones para el segundo: la típica tabla de ibéricos, la de quesos y una tercera de sus embutidos tradicionales. También barajan la posibilidad de una tabla mixta, embutidos más quesos. Para completar, el vino a elegir. «No será una tienda online porque no tenemos ni infraestructura ni capacidad para hacerlo ahora mismo», aclaran.

«No quiero rizar el rizo. Quiero un producto sencillo y que tolere el paso del tiempo, porque son platos para ser recalentados; y de calidad pero que no dispare el precio», comenta Pau Barceló, «fiel a las recetas tradicionales» y más juguetón con las nuevas propuestas culinarias que van creando.

El ‘cuiner’ Pau Barceló y al fondo, el propietario de La Pajarita, Pep Mulet.

Pep Mulet, un rockero a la expectativa

Pep Mulet, hoy al frente de La Pajarita, es uno de los cuatro L.A., el grupo que lidera Luis Alberto Segura y que giró por media Europa conquistando auditorios con su rock honesto. Desde la cocina espera noticias de su líder, instalado en Orient desde principios de octubre, dando forma al que será el próximo disco de la banda, ‘Evergreen oak’. «Musicalmente no sé lo que está haciendo. En este sentido soy un espectador, como siempre, porque Luis siempre trabaja en soledad y luego nos sumamos el resto», confiesa.