Cuarenta años después, el Memorial de Setmana Santa que Blai Bonet pronunció en Santanyí "está más vigente que nunca". Así lo sostiene el actor Toni Gomila, quien estos días lo defiende a través del canal YouTube de la Fundació Mallorca Literària. "Este texto elimina cualquier dilema que podamos tener en torno al hecho de si la historia sagrada está vigente o no, o si el catolicismo está pasado de moda o no como referente moral". "Hoy día parece que vamos a buscar verdades orientales y cuando lees el Memorial de Blai Bonet te das cuenta de que la figura de Jesucristo continúa teniendo plena vigencia", sostiene el actor "desde el laicismo más absoluto".

Para Gomila, la clave está en cómo Bonet humaniza a Cristo. "Hay un intento constante de desmitificar, de eliminar el misterio, el mito y el dogma, y de mostrar a una persona humana, un Jesucristo que no tenía ganas de morirse". Lo mismo sucede con la explicación en torno a la esperanza en la resurrección. "El poeta de Santanyí apunta que es un concepto que siempre se ha explicado mal, porque se ha proyectado en el futuro y matiza, alejándose del dogma, que la esperanza es el ahora, lo que uno hace hoy. El paraíso es vivir, estar vivo, el día de mañana no existe", señala el también dramaturgo. "Es de una modernidad absoluta". También se encuentran frases como "'Siempre que se quiera hablar de Dios no quedará más remedio que hablar del hombre'", ejemplifica Gomila. El tema es poner a la humanidad en el centro de todo. "Hay un momento determinado incluso que habla de la Declaración de los Derechos Humanos".

Uno de los aciertos del poeta santanyiner en el Memorial fue el de introducir elementos políticos de su tiempo "que guardan paralelismos con hechos de nuestra actualidad", comenta el editor Pau Vadell, quien en 2017 reeditó el Memorial, cuya portada es un dibujo real de Bonet. "Por ejemplo, cuando presenta los gritos del pueblo pidiendo la crucifixión de Jesús como un antecedente de las proclamas de la extrema derecha española de su tiempo que pedían "¡Tarancón, al paredón!". Creo que es algo que podría aplicarse ahora a Puigdemont", indica. Gomila coincide con Vadell. "Me invitaron a leer el Memorial en la Sala Beckett de Barcelona el pasado mes de febrero, justo el día que empezaba el juicio del Procés. Fue bastante impactante. Piensa que Poncio Pilatos y personajes cercanos eran unos lidercillos y Jesús les estaba arruinando el negocio", señala. Blai Bonet también criticó el imperialismo en su opúscuclo.

Hace tres años que la Fundació Mallorca Literària, a través de la Casa Museu Blai Bonet, le encargó a Gomila la representación del Memorial. "Lo he hecho en diferentes lugares. Empecé en la iglesia del Roser de Santanyí y también lo pronuncié en la Sala Petita del Principal", indica.

"Mi prioridad era que el texto fuera inteligible para la gente de hoy día. Tuve que eliminar algunas cosas y recortar. El montaje dura aproximadamente una hora y quince minutos. Lo hemos dividido en nueve piezas de entre ocho y diez minutos cada una. Lo hemos grabado en un local en Manacor específicamente para poder emitirlo estos días online: cada día un fragmento. El domingo de Pascua se pasará el texto completo", informa. En el metraje también se han intercalado imágenes de cuadros con motivos religiosos del pintor Miquel Brunet, contemporáneo de Bonet.

En su adaptación, Gomila también ha buscado realzar la vertiente filosófica del texto, la más importante desde su punto de vista. No en balde hay referencias literarias a Brecht o a Sartre. "El Memorial está lleno de sentencias fantásticas. Por ejemplo: 'La vida del hombre auténtico siempre se compone de 23 horas de duda y una hora de esperanza'. O 'La mentira es la verdad más grande del mundo'".

El opúsculo de Bonet, que también retrata a la gente de Santanyí de entonces porque ambienta en el pueblo la Pasión de Cristo, fue revisado por el filólogo Gabriel de la ST Sampol para la edición de AdiA, impulsada por Pau Vadell. El especialista analiza en el epílogo las claves del Memorial a partir de la producción literaria y la poética de Bonet. "El parentesco más cercano por la mezcla de materiales lo tiene con L'Evangeli segons un de tants".