El centro comercial apostó este año por un Halloween sin miedo y centrado en actividades sostenibles, golosinas saludables y nada de plásticos. También se programaron talleres de manualidades como dulceros, varitas mágicas o linternas (todo hecho con materiales reutilizados), pintacaras, flashmob de brujas, peque disco y desfiles de disfraces. Participaron alrededor de 600 niños.