El azul del mar mediterráneo es una de las mayores fuentes de inspiración de Belén Zaba y Kilian Bermúdez, que recorren la isla -donde están instalados desde hace unos cuatro años- con su equipo de fotografía y su mirada más detallista. Ella es diseñadora, de Toledo; él, fotógrafo, de Madrid. Y juntos consiguen el equilibrio perfecto para llevar a cabo su proyecto que, salta a la vista, transmite calma, paz y elegancia. Ambos definen lo que hacen, bajo la firma Kiliart, como fotografía decorativa al más puro estilo mediterráneo. Mientras que Kilian se encarga de inmortalizar rincones de los que emanan las claves del estilo decorativo, e incluso arquitectónico, de la isla, así como sus aguas cristalinas, Belén utiliza sus manos para crear los marcos que después acogerán estas fotografías. Pintados de un blanco roto, explican que para ellos lo importante es "el conjunto del producto": "Por un lado hacemos las fotos, y por otro los marcos. Pero el producto final es todo. Una cosa sin la otra no tiene sentido", comentan.
Que la foto sea suya y que los marcos estén hechos a mano es lo que les caracteriza y lo que engancha a la gente. "Vendemos en mercados, así que nuestros clientes son mayoritariamente turistas. Nos compran alguna pieza como souvenir, sin que parezca que lo es. Para recordar Mallorca no hace falta que te lleves una postal en la que salga la Catedral". Ellos apuestan por recuerdos más sutiles, sugerentes, discretos. "La verdad es que, si miras las fotos, podrías pensar que es otro lugar del mediterráneo", opinan los creadores. Su idea va mucho más allá de las fotos decorativas, pues también hacen imanes, postales, y fotografías que acompañan con frases positivas y reflexivas. "Es cierto que lo de las frases se hace mucho, pero nuestra apuesta es que la foto que hay detrás la hemos hecho nosotros. Hemos salido de casa y hemos recorrido diferentes lugares de la isla para encontrar ese momento que inmortalizar. La gente lo valora". Y hay más, porque aseguran que los retos les apetecen. Así, les encargan parte de la decoración de eventos, como bodas, personalizándola al gusto del cliente; y han trabajado en el acabado de espacios como hoteles dándoles ese punto mediterráneo que sus cuadros y fotografías aportan allá donde estén. Los encargos personalizados les motivan y les inspiran, porque cada proyecto es una historia diferente que les permite crecer y aprender. Sus productos se pueden encontrar en algunas tiendas de la isla y en los mercados de Palma de s´Hort del Rei y el Passeig de Sagrera -en verano-, en el mercado de Navidad de la Rambla, los miércoles en el Port de Pollença entre otros, y en convocatorias más concretas, como el Rata Market.
La paz y la calma que esta pareja de creadores encontró en la isla es lo que se palpa en la mayoría de sus piezas. Y, con estos souvenirs, las paredes de las de las casas se convierten en rincones llenos de esa armonía y serenidad mediterránea.
