Desde pequeño, Amadeu Corbera (Bunyola, 1985) ha tenido animales en casa: primero gatos y después dos perros. Ninguno de ellos demostró por él la fascinación de Pep. Es una historia recíproca. Se salvaron el uno al otro: uno de ser posiblemente sacrificado en Son Reus y el otro de regocijarse en un desamor enfermizo que le partió en dos.

P ¿Cuándo conoció a Pep?

R Lo adopté hace dos años. Estaba en la perrera de Son Reus. Después de acabar mi anterior relación, me hundí emocionalmente y cumplí el deseo de volver a tener un perro. El día que fui allí, mientras paseaba entre las jaulas, lo avisté y me dio pena al momento. Él se acercó de inmediato a mí para hacerme caso. Llevaba allí unos 50 días. No debía faltar mucho para que lo sacrificaran. Y decidí llevármelo.

P ¿Le ayudó a superar el mal de amores?

R Es un tópico, pero sí. Pep me facilitó volver a poner orden en mi vida. Y también me ha ayudado a ligar. Pep es de las mejoras cosas que me han pasado. Es un perro excelente, simpático, bonachón. Antes era más travieso, ahora se ha calmado. Es un perro muy agradecido, mimado y que siempre busca el contacto. Está tan apegado que, cada mañana, cuando voy a trabajar, me mira como apenado, cabizbajo. ¡Me hace chantaje emocional! Los fines de semana me lo llevo conmigo casi siempre.

P ¿En qué adiestraría a Pep?

R En olisquear a la gente mala. Pep se hace amigo de todo el mundo. Eso es negativo si ha de quedarse a cuidar la casa.

P ¿Los ecologistas son también animalistas?

R Yo soy animaler más que animalista. Me gustan todos los animales. Creo que ser animaler, tener aprecio por la vida en general y ser ecologista va unido. Es cierto que los ecologistas nos sentimos cercanos a los animalistas en el tema de las corridas y los correbous, pero en otras cuestiones chocamos. Por ejemplo, tuvimos posturas distintas en el caso de las poblaciones de cabras en los riscos de Es Vedrà, donde causaron graves daños a la flora autóctona.

P ¿Comer animales es de asesinos?

R Yo no diría eso. En mi caso, cada vez como menos carne porque me gusta mucho la verdura y porque mi pareja come verde y pescado. Lo que sí diría que es muy horrible son algunos tipos de cría de animales: cómo los tratan o los alimentan.

P ¿Qué político es un gran sabueso?

R Los políticos mallorquines son un poco como los perros no en lo del olfato sino en el sentido de que cuando ven la correa de su dueño mueven la cola, les gusta estar atados a quien la maneja. En este aspecto, me gustaría que fueran menos "perros" y más independientes. Me gustaría que no tuvieran tantas correas, por ejemplo las de Madrid o las de los hoteleros y empresarios, y que tomaran más decisiones por sí mismos.

P ¿Alguna vez se ha tenido que poner el bozal?

R No. Y nunca dejaría que me lo pusieran. Mordería. Amo este país y me preocupa. Y me siento responsable de denunciar y estar encima de los temas que afectan al territorio y a nuestra tierra. Es un acto de amor incondicional por una isla que a veces no nos corresponde a los ecologistas.

Entrevista animalista con... Amadeu Corbera y su perro Pep

Entrevista animalista con... Amadeu Corbera y su perro Pep

P Si estiramos la piel (de toro) de España, ¿qué animal sale?

R Un animal desagradable que no se hace querer. Que maltrata a su gente, sus culturas... El Estado español no es una mascota. No es un animal que se pueda domesticar.

P Si Pep viera ahora a la consellera de Territorio Mercedes Garrido, ¿le ladraría?

R Qué va. Pep es muy simpático con todos. Iría a saludarla y a lamerle, como hace siempre. Yo no tengo ningún problema personal con Mercedes Garrido y espero que ella tampoco lo tenga conmigo.

P ¿Faltan espacios urbanos sin asfalto para pasear con Pep?

R Sí. Mi barrio, Son Cladera, es una muestra del crecimiento caótico de Palma, donde hay possessions que colindan con urbanizaciones poco estéticas. Me da pena pensar que yo no podré ver nunca lo que vio mi madre en la casa donde yo vivo ahora. Todo aquello era campo. Había hasta una vaquería. La transformación que está viviendo Balears ahora mismo no está generando un nuevo ecosistema, sino que está destruyendo el que tenemos.