Alejandro Dumon, escultor, y Nicoletta Mantoan, arquitecto, decidieron comenzar una aventura profesional juntos bajo el nombre de 2monos hace ahora siete años. Su primera motivación fue hacer los muebles que querían para ellos mismos y que no conseguían encontrar. En 2monos, Alejandro en la producción y Nicoletta en el estudio, facturan proyectos de mobiliario, iluminación e interiorismo con un estilo y un lenguaje propio. Guiados por los valores del slow desing, se mantienen fieles al concepto base de 2monos: la autoproducción, que abarca el control de la idea, la difusión y la distribución.
Soluciones artesanas. Los proyectos que ven la luz en 2monos son únicos; personalizados. De hecho, comenta Nicoletta que no cuentan con un catálogo o un stock de piezas ya que cada uno de los trabajos es diferente y su objetivo es no repetir. "Sus piezas son el resultado del diseño hecho a mano con recursos artesanales, recuperando antiguos modos de producción de mobiliario, pero con una visión contemporánea.
El valor de la simplicidad. Los acabados y las pátinas, que consiguen aplicando tanto técnicas artesanales como propias, y el cuidado al milímetro de todos los detalles, son inherentes al lenguaje de 2monos. "Damos soluciones técnicas y diseñamos mecanismos, para algo muy específico que no puedes encontrar en el mercado porque no se produce industrialmente", explica Alejandro. "En ocasiones queda oculto, no se ve que detrás hay un trabajo de pensar; de estudio. A veces lo que cuesta es simplificar", argumenta Nicoletta. Sin embargo, la perfección técnica no es incompatible con la huella que dejan en el objeto las manos que lo han creado. Quizás sea por esto que sus diseños son cálidos, aunque de líneas minimalistas o ligeras. La elección de materiales vivos, que envejecen bien, como el hierro, la madera, el vidrio y el cuero; es otra de sus señas de identidad.
Su propuesta huye de la lógica industrial: "No hemos inventado nada. Antes las cosas se hacían así. Estamos contra el consumo rápido y teníamos muy presente que no estaríamos a la moda; que queríamos nuestro estilo propio", reflexiona Alejandro. Producir de forma industrial supondría sacrificar la parte emocional de su labor.
Desde la sensibilidad. "Nuestros proyectos están enfocados a la emoción que transmiten y a la emoción que los genera el objeto ha de estar bien contextualizado y ha de referirse también a quien lo va a usar. En este sentido destacan que la emoción no parte tan sólo de la belleza sino que también surge en la relación de la pieza y del usuario. Es por esto que para ellos es importante que el cliente participe activamente en el proceso y vaya haciendo suyo el objeto a medida que éste se realiza.
