No por todos los jardines se puede pasear, sentarse o tomarse un picnic. Además, tampoco requieren de carteles de "Prohibido perros". Lentamente, los jardines verticales van expandiendo sus raíces y se han convertido en una nueva moda decorativa ecológica y natural.
En Palma se encuentran diferentes empresas que descubrieron en estos muros vegetales una nueva ocasión para aquellos que no disponen de terreno en sus hogares. "Los hay en apartamentos o en oficinas, aunque los clientes suelen pedirlos exteriores. Lo positivo de éstos es que absorben los productos tóxicos y regeneran el aire de la habitación de forma natural", explicó Hugo Riquelme, ingeniero técnico forestal de SingularGreen, empresa pionera en implantar estos muros verdes en la isla.
De sus manos se creó el jardín vertical más amplio de las Baleares. Un lienzo vegetal de 210 metros cuadrados, 25 plantas por metro cuadrado, es decir, cerca de 5.250 plantas, que puede contemplarse en la fachada del hotel HM Tropical, de Antonio Horrach, en la Playa de Palma. "Para cada cliente realizamos un estudio exhaustivo para obtener el mejor resultado. En este caso, valoramos la proximidad del hotel a la playa, pero el jardín está colocado a sotavento de los vientos, por lo que la sal del mar no le afecta y el sol no incide directamente sobre él", aclaró Riquelme.
"Nosotros les presentamos una lista de especies a los clientes y ellos escogen", añadió Riquelme. Para este emplazamiento, dadas las condiciones climatológicas y su orientación, el jardín está formado, entre otros géneros, por carex, acorus o tulbaghias, que aportan el toque floreado a la verde estampa.
Sin embargo, cualquier planta es válida para este original jardín. En Edeen trabajan con plantas suculentas o crasas, aquellas en las que gracias a la modificación de alguno de los órganos o partes de la planta en una nueva especialización se permite el almacenamiento de agua en cantidades mucho mayores que en el resto. Sin embargo, también varían dependiendo de la temporada. "Aunque lo parezca, su mantenimiento requiere el mismo tiempo que otro jardín. Lo que se tiene que estar más pendiente de ir cambiando las plantas. En verano puedes colocar petunias pero luego sabes que tienes que colocar ciclamen o pensamientos", explicó Rafa Gil, de Edeen.
Cómo es posible
Existen múltiples maneras para 'plantar' un jardín en la pared. Por un lado, el denominado sistema Sphagnum, cuya característica principal se encuentra en la distribución del agua por humedad sin ocasionar escorrentias. Este sistema es el escogido por SingularGreen al caracterizarse por ser "antibacteriano y apto tanto para interiores como exteriores".
Por otro lado, se encuentra el del cuadro vivo, instalado para los jardines a pequeña escala; y por hidroponía, utilizado por la empresa Edeen. "No tienen ningún sustrato orgánico, lo único que usamos son unos filtros diseñados por nosotros mismos para que sustente las raíces. El abono va dentro del sistema de riego. Así, crecen de manera hidropónica sin sustrato", explicó Gil.
En cualquiera de las tres formas, la vegetación se integra completamente en la arquitectura, consiguiendo un resultado natural y embellecedor que acapara las miradas de los viandantes. "Los clientes vienen con las ideas claras, fijas, pero el jardín vertical solo está alcance de economías un tanto elevadas. El metro cuadrado ronda los 300 euros porque la estructura es muy cara, además hay que añadirle el sistema de riego, el anclado y el abono que tiene un coste", indicó Riquelme.
Patentados en 1988
El precursor de los jardines verticales fue Patrick Blanc, quien con 70 años, tomando como base la observación de los sotobosques tropicales creó todo un sistema que finalmente patentó en 1988.
Desde entonces, numerosos biólogos han ido expandiendo esta moda por todo el mundo, aunque es en Colombia donde se ubica el jardín vertical más grande del mundo, que mide 15 veces más que el del hotel mallorquín, lo que se traduce en cerca de 3.100 metros cuadrados de muro vegetal. El edificio abrigado por este manto vegetal se encuentra en la ciudad de Bogotá, con cerca de 115.000 plantas de diez especies y cinco familias diferentes.
A pesar de que su precio es prohibitivo para muchos bolsillos, también existe la opción económica de enmarcar un jardín y colgarlo en la pared. "Nos hemos encontrado de todo. Con un pallete hoy en día se puede hacer cualquier cosa. Incluso me han venido clientes quejándose de que se le caía por el peso de la tierra húmeda. Por supuesto, el agua tiene que salir por algún lado", advirtió Riquelme en pro de evitar posibles sustos con humedades o accidentes caseros innecesarios.
