-¿Por qué se adentró en el mundo de la cocina?
-El arte culinario siempre ha permanecido en la familia. De alguna manera, el buen comer siempre se nos ha inculcado desde pequeños a mi hermano y a mí. Esto también nos ha permitido viajar mucho. Nos hemos paseado por los mejores restaurantes de España y del mundo. Es una cosa que llevamos dentro. Hace veinte años mis padres compraron el restaurante El Jardín. Yo empecé de camarera, pero cuando tuve 19 años me rebelé y dije que quería estar en los fogones. Siempre he llevado la cocina dentro. Además, a los 19 años fui a un congreso en San Sebastián y cuando vi a la gente joven y a las cocineras profesionales pensé que algún día me gustaría estar a su lado, no ser una de ellas.
-¿Cómo se trabaja junto a un hermano?
-Es de las mejores cosas que puedo tener. Cuando empezamos, no fue fácil, pero cada vez estamos más unidos y vemos que todo lo que estamos logrando es porque estamos juntos.
-Actualmente hay 7 estrellas Michelin en Mallorca. ¿Cómo se siente siendo una de ellas?
-Tendrían que ser más. Sobre todo más mujeres y más jóvenes. Para mí es todo un privilegio.
-¿Le ha comportado mejoras este reconocimiento?
-Totalmente. Pero también tenemos que aprender que estas cosas no son tan importantes como parecen, sino una ayuda para que la gente de fuera sepa que estás en la isla proporcionando producto de calidad. Tiene que ayudar a mejorar.
-La mayoría de cocineros profesionales reconocidos son hombres. ¿Es realmente un mundo de hombres?
-En porcentaje sí que es un mundo de hombres. Profesionalmente, es más difícil que nosotras estemos detrás de estas cocinas. Actualmente, en Mallorca hay muchas mujeres trabajando en los fogones. Por tanto, en un futuro seremos más mujeres en el mundo culinario. Para todas las mujeres que, históricamente, siempre han estado en la cocina, es un homenaje que la profesionalidad de las mujeres sea reconocida.
-¿Qué se tiene que hacer para triunfar en este mundo?
-Soy una persona a la que le gusta mucho aprender, aún lo estoy haciendo. Soy muy constante y también muy normal. Aún soy como he sido siempre. Somos personas que tenemos que mejorar y luchar por lo que nos gusta. No tengo prisa en llegar donde tenga que llegar.
-¿Cuál es el plato que más le gusta comer?
-No me gusta un plato en concreto. Me gusta cuando llega algo nuevo, cada alimento de cada una de las temporadas. Aun así, mi ingrediente predilecto es el huevo, aunque también me encanta el pa amb oli tan nuestro.
-¿Cuál es el objetivo de El Jardín?
-El objetivo de este restaurante es apostar por los productos locales de la isla y su gastronomía. Ahora estamos empezando un nuevo proyecto donde buscamos y queremos recuperar los productos locales perdidos, aunque aún nos queda mucho trabajo. En El Jardín no hacemos un I+D como todas las empresas, si no que trabajamos en el I+T, investigación y tradición. Humildemente, creo que el restaurante está entre los pioneros en la apuesta por el producto local y la reinterpretación del recetario tradicional. Mi cocina da a conocer los sabores de Mallorca a los gastrónomos del mundo.
-¿Qué diferencia y qué tienen en común El Jardín y Arenas de José Ignacio, el restaurante donde trabaja en Uruguay?
-Es la otra parte del mundo más balear que he encontrado nunca, tanto por la gente como por el ambiente. Por eso me gusta tanto. Pero la búsqueda de los productos se me está haciendo muy difícil ya que el mercado alimentario está muy cerrado. La característica común es que nosotros hacemos una cocina muy igual a la de Bistro El Jardín aunque la creamos a partir de productos locales de allí. Intentamos acercar el Mediterráneo allí, nuestro signo de identidad.
-¿Por qué aceptó participar en el proyecto de las Bodegas Ramón Bilbao 5 miradas, 5 lugares, 5 vinos?
-Primero, porque trata de un vino de calidad. Y también porque es un vino que cuadra muy bien con las islas. Además, es muy atractivo el proyecto cuando tienes que mostrar el pueblo en el que naciste y del que estoy tan orgullosa. No había participado nunca en un proyecto así.
-¿Por qué la han relacionado con el vino rosado para representarla en el vídeo?
-El vino rosado es el vino más femenino que existe y es el que coincide más con mi persona. Además, es un vino que denota mucha frescura, de la misma manera que Alcúdia y Mallorca.
-¿Qué nos puede adelantar sobre lo que aparecerá en el vídeo?
-Se podrán ver los sitios escondidos del pueblo donde me refugio. La cala donde voy a nadar cada mañana y donde casi nunca hay nadie, aunque no sé si después de este vídeo la cosa seguirá igual. Se podrá ver que, aun con todos los turistas que hemos recibido este verano, aún siguen existiendo sitios desiertos y aislados. Y los tenemos que cuidar porque, al final, es nuestra isla y nuestra casa.
-¿Cuáles son sus proyectos de futuro?
-Estamos pensando en hacer algo por la parte de Son Servera y estamos desarrollando nuestro proyecto culinario en el restaurante de Uruguay.
