"Qué fuerte y qué lástima, pobre gente... Que descansen en paz", era el mensaje de todos ante el terremoto que el pasado miércoles sacudió el centro de Italia, dejando más de 265 muertos, centenares de heridos y pueblos totalmente sepultados.

"Estamos con Italia, fuerza a todas esas familias", se sucedían los mensajes de apoyo para los habitantes de esa zona que quedó devastada por el seísmo de 6,2 grados, con epicentro en Rieti, y que castigó más a las localidades de Accumoli y Amatrice.

"En 30 segundos todo el daño que hizo. ¡Qué horror!", se espantaban muchos. "Qué desgracia, yo en Palma también lo he sentido", afirmaba alguien. "Mi más sentido pésame para toda esa gente", se solidarizaba la mayoría.

Los lectores no ocultaron su temor a que en Balears se pudiera sufrir alguna consecuencia tras la catástrofe natural, después de que el Servicio de Emergencias 112 diera aviso de la posibilidad de que se produjeran pequeñas variaciones marinas y corrientes anómalas. Pero, afortunadamente, "el riesgo fue prácticamente inexistente" porque no se recibió ninguna llamada sobre este tema en las islas, ni tampoco se registró nada "irregular" en el mar, "ni a nivel de olas, ni de corriente", como explicó el director del SEIB 112, Vicente Soria.

El rescate de diez tripulantes de un yate, de unos 17 metros, que sufrió una vía de agua y acabó semihundido, fue el otro suceso que acaparó toda la atención en el digital. El vídeo de este salvamento que tuvo lugar el pasado 19 de agosto en la cala de Cap Falcó, en Calvià, y en el que las personas fueron rescatadas sanas y salvas, fue de lo más comentado y compartido en las redes sociales por los internautas, que no salían de su asombro. "¿Alguien puede aclararme cómo se puede hundir un yate tan moderno?", se cuestionaba un lector, mientras otro ironizaba: "Selección natural... Mallorca está saturada de barcos y cruceros". O "tranquilos, que lo pagará el seguro", decían también.