Domingo 22: maleable
Es lo que tiene la cera frente a los mármoles, los bronces u otras forjas. Es más maleable. No tan hendible como la madera o tan efímera como la arena. Dúctil frente a lo diamantino o lo granítico de las esculturas de la Grecia clásica. Así que, aunque estatuas, las del museo de cera se ven sujetas a veleidades tales como las llamas del averno o las transformaciones físicas del modelo original. ¿Qué habría sido de Miguel Ángel si su David se hubiera ciclado tras posar para el inmortal artista? ¿O de Leonardo en el supuesto de que Mona Lisa se hubiese amorcillado los labios? Los del museo de cera se han visto obligados a recomponer la primera familia una y otra vez. Igual retiran a un par de cuñados que retocan el real rostro o les crecen las princesas. Y así siempre.Con la reina van por la tercera réplica, al tiempo que esculpen la de María del Monte, por citar otra personalidad. Lo de los infantes es todavía más delicado. Porque esos dan el estirón cuando menos te lo esperas. Así que con la princesita, aunque ya tienen la versión infantil, han decidido ser más prudentes y esperar que supere la pubertad y alcance la mayoría de edad, en la vida y en la dinastía. Por si acaso.
Lunes 23: superdotación
Más científico que el polígrafo de Conchita, más fiable que los augurios de Sandro Rey, más sólido que los amores de Escassi. Alberto, el de Mónaco, ha proclamado que sus hijos, los mellizos habidos del vientre de la sirena, son superdotados. No han soplado aún ni una vela y ya han demostrado su talla intelectual. Prácticamente ya caminan, ya hablan (polilenguas) y ya juegan al rugby y al fútbol. Educación en igualdad se llama eso. El retoño es heredero y la retoña no, pero juegan a lo mismo. Otros que se salen de listos son Shakira o Miki Nadal, ahí donde los ven. O Mila Ximénez y Matamoros, según el ranking de Jorge Ja. Lo raro es que no figuren el hijo de Obregón y Lequio -pura dinamita genética, sangre azul incluida- o Chabelita, una chica aplicada. Antes de que se le cruzara Alberto Isla. Al menos.
Martes 24: dama de hierro
Que Carmen Lomana entre en liza política no es tan abracadabrante como que sobreviviera en un islote sin mayordomo ni pedicura. La socialité quiere ser una Margaret Thatcher. Pero en fashion. El salto a las listas de Vox surgió en una merienda. Igual que la amistad con Monedero. Yerran quienes piensan que los acuerdos de Estado se sellan en almuerzos, cenas o cócteles. En España somos más de merienda. El único sorprendido es el podemita. En casa del monedero, cuchillo de palo. Al resto, nada puede impresionarnos: Leticia (Sabater) tonteó con Rivera y a Belén Esteban alguna encuesta la señalaba como tercera fuerza política. El Yoyas casi amarra la vara de alcalde. Y Carmen de Mairena despuntó en su día como líder independentista. ¿Quién da más, Mas?
Miércoles 25: mujer blanca soltera vende
Cuesta imaginar. ¿Isabel Preysler mostrando los cortinajes y vajillas de su mítico hogar en un vídeo semicasero como Saritísima?
Difícil visualizar a la reina de corazones sentada en la punta del sofá, con las piernas cruzadas, muy juntas y ladeadas, fuera de su hábitat natural, la portada de ¡Hola!
Una utopía llegar a contemplar fotografías de la casa con más baños de España pegadas en el escaparate de una inmobiliaria. Hubo un boom de famosa vende casa: Sara Montiel, Carmen Martínez Bordiu, María José Cantudo... Pero hoy apenas mantiene el espíritu Mari Tere Campos, la novia y jefa de Bigote. Ella vende, aunque desde la discreción. Siguiendo el ejemplo impagable de Isabel III la Grande, la Preysler. ¿Venderá Isabel IV, a la Pantoja aludo, también sus bienes patrimoniales? Es eso, o darle al cante, y desde Alcalá de Guadaíra se antoja complicado.
Ahora la fiscalía sí está por la labor de que la tonadillera gorjee libre. Para que se gane la vida, se reinserte y salde sus cuentas. Cantando sobre los escenarios o por los platós y las revistas. Malagueñas. O duettos con Cachuli.
Jueves 26: la colleja
Colleja: Golpe que se da en la nuca con la palma de la mano (RAE). El uso de la colleja como comunicación no verbal es habitual en grupos jóvenes de estrecha confianza y nunca entre desconocidos (Wikipedia). La colleja, pura sinergología, kinesiología. La Sole de Siete Vidas la elevó de rango. El que utiliza la colleja para mostrar su descontento está mostrando soslayadamente superioridad o prepotencia, recrudecen los analistas. Si a la buena de Amparo Baró no se le tomó en cuenta, no se la tuvo como tal, tampoco habría que sacar conclusiones precipitadas con Mariano. El presidente collejeó a su hijo en la radio, por expresarse espontáneamente. Los sinergólogos dirán si el gesto es extrapolable. O no. Por la preexistente relación. De confianza.
Viernes 27: la casa tomada
Es posible que Kiko Rivera no conozca el cuento. Ningún crítico ha detectado huella alguna cortazariana en los temas del dj. Y en los versos que adornan sus brazos tatuados en todo caso podría hablarse de la influencia de Martín Ortega Carcelén, autor de Huida a Jerte. Por el destierro de las tildes. Pero es así, a decir de los mentideros, como metafóricamente se encontraría el renombrado joven en su ya famoso loft. Famoso porque es el de las juergas, el de las quejas de los inquilinos, el de la morosidad, vaya usted a saber si el lugar en el que se gestó su primer hijo. Ahora se la conoce como la casa okupada. Poco a poco ha ido perdiéndola, casi sin darse cuenta, cediendo espacio palmo a palmo. Que si está alquilada, que si subarrendada, que si prestada a colegas, que si habitada por extraños. Los cristales de las ventanas han dado paso a los cartones, la paz hogareña al estruendo noctámbulo, el felpudo de bienvenida al cartel de liquidación, el esplendor al declive. El caso ha acabado, todo apunta, en los tribunales. Más realista y más práctico, si quieren, pero más prosaico también. Lo suyo, lo poético, lo mediático, lo esotérico, sería que Iker Jiménez y Carmen Porter entraran a saco con su equipo de cazafantasmas. En busca de sicofonías. En la casa tomada.
