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Entrevista

Mar Raventós: "Mallorca es un gran mercado para nuestros vinos burbujeantes"

Mar Raventós, promocionando el cava y sus gamas altas. willy

Es una viajera incansable: lo mismo se va a Asia como a cualquier parte del mundo para promocionar su marca familiar, iniciada en 1872 por su antepasado, Josep Raventós i Fatjó, pionero del vino espumoso en España. Suele visitar Mallorca varias veces al año, más profesionalmente que por placer. Eso sí, es una asidua desde hace años de la Copa del Rey de Vela.

-¿El cava marca sus visitas a la isla?

-Mallorca es un gran mercado para nuestros vinos burbujeantes, tanto por el consumo turístico como por parte los residentes. Y ahora con más motivo, al tener esta responsabilidad en el Institut del Cava.

-¿Promocionan de forma pedagógica unos espumosos cuya DO no solo se limita a Cataluña?

-En la DO Cava están incluidos productores, por lo general empresas familiares, desde las más grandes hasta las más pequeñas, localizadas en las comarcas catalanas de El Penedès, con Sant Sadurní d'Anoia como centro logístico y L'Empordà, así como en las peninsulares La Rioja, Álava, Navarra, Valencia, Extremadura y Aragón. En cuanto a nuestra acción pedagógica, creemos que es muy necesaria que llegue a todos, tanto profesionales de la enología como al gran público.

-¿Hay que aclarar algunas incongruencias sobre el cava y su mundo?

-Es nuestro empeño más próximo. De entrada, hay que decir que nuestro espumosos es único, con una personalidad muy fuerte en la gastronomía, con una incidencia social muy acusada y un producto para cada bolsillo. Cuando uno quiere rendirse un homenaje, tenemos nuestros Premium, que es como denominamos a los crianza, reservas y grandes reservas.

-¿En qué capítulo son más activistas?

-Queremos desmitificar el concepto general de que el cava solo hay que beberlo en festividades y celebraciones. Nuestros espumosos son más que eso. La gente ha de saber que es un vino burbujeante con el cual se puede iniciar, en ocasiones, una jornada tomándolo en el mismo desayuno, continuar en el aperitivo, completar una comida, abrir boca antes de la cena y despedir una velada.

-Durante décadas, el cine promocionó los vinos espumosos en escenas de todo tipo.

-Fue un buen vehículo, llegando a todos los confines del mundo.

-¿Detrás de los cavas hay muchos valores y esfuerzos acumulados?

-Nuestros vinos resurgieron tras el zarpazo casi mortal de la Filoxera, soportaron una guerra civil, dos conflictos mundiales, nos recuperamos de campañas de desprestigio, nos libramos de mercados peligrosos y seguimos luchando para que sean disfrutados en este mundo global. Codorniu, como otras empresas, tiene delegación en China, un mercado con muchas posibilidades, al igual que otros de Asia.

-¿La restauración ayuda a promocionar sus espumosos?

-Es un sector básico para nosotros, sin olvidar las tiendas especializadas. Lo que ocurre es que hay que inculcar a jefes de sala, sumillers, camareros e incluso cocineros lo que es el cava y su entorno porque no solo es un bebida que alegra el ánimo y acompaña cualquier reunión gastronómica o momento feliz. Hay que tener en cuenta que es también cultura, especialmente en lo que se refiere a la arquitectura de las bodegas, tanto en su diseño como estructuras, en donde la naturaleza, especialmente las viñas, son una obra de arte, siempre cambiante, a medida que las estaciones que se suceden."Queremos desmitificar la opinión de que el cava hay que beberlo solo en fiestas"

-¿Los vinos con burbujas requieren un servicio con más mimo?

-Se han de servir con cierta delicadeza y ritual en la copa (aunque hay criterios diversos a la hora de elegir su diseño) y con respeto debido a laboriosidad que hay detrás de cada botella, algo que no me canso de repetir. El problema es que, acudes a un restaurante y son muy pocos los que han pedido una botella de cava.

-¿Combinan precio y calidad?

-Es el objetivo, aunque en los de alta crianza hay que tener en cuenta el tiempo y esfuerzo que hay en su creación. Ahora bien, desde el Institut del Cava intentamos hacer cavas para que todo tipo de grupos de personas puedan disfrutarlo a un precio razonable.

-¿Otros países venden mejor sus vinos que nosotros?

-Lo hacen sin complejos. Por nuestra parte hemos de saber vender, en el caso del cava, el glamour que tiene este vino tan especial, además de que se conozca más.

-¿Codorniu no baja la guardia?

-Seguimos siendo innovadores. Un ejemplo es la personalización al cliente de nuestro Anna. Intentamos captar a la gente joven, en especial, empezando por las gamas más conocidas y finalizando por los Premium.

-¿No hay que comunicar más que bebe un vino medio en Francia o en Italia es muy caro, cosa que no ocurre en España?

-Beber buenos vinos en nuestro país es mucho más económico que fuera. Aunque hay que hacer un mayor esfuerzo, en general, en ese sentido.

-¿Contempla que en un futuro próximo tenga que utilizar pasaporte para visitar España?

-Espero seguir visitando como le he hecho hasta ahora todos los lugares de España, especialmente los dedicados a la viña, en donde disfruto probando sus vinos.

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