Jaume Mateu, presidente de Obra Cultural Balear, inauguró la gala reivindicado la cultura de los países catalanes, al tiempo que hacía un rápido recorrido por los acontecimientos políticos de los últimos años en materia de cultura.

A lo largo de la gala se entregaron un total de ocho premios a diferentes entidades y personas, homenajeando su labor para con la lengua y la cultura de las islas. Entre ellos, el premio Francesc de Borja Moll fue otorgado a la fundación S´altra senalla por su labor para con el comercio justo y su lucha por los derechos de los agricultores. El premio Miquel dels Sants Oliver fue recibido por Pere Ferrer, debido a su libro Contraban, corrupción i estraperlo a Mallorca. La obra está dedicada a la psicología de los ciudadanos de la época en un contexto en el que las dos Españas enfrentadas, la conservadora y la progresista, eran la realidad cotidiana. El Premio Emili Darder fue otorgado al músico Joan Moll i Marqués, en reconocimiento a su labor como pedagogo musical y la difusión de diferentes grupos musicales autóctonos. La emotividad del discurso de Moll al recibir el galardón, en el que afirmó "la música me ha dado tanta felicidad que siempre he trabajado para conseguir acercar esa felicidad a otras personas", sorprendió a todos los asistentes. El premio Bartomeu Rosselló-Pòrcel fue concedido a la asociación manacorina juvenil Xítxeros amb empenta, debido a su labor reivindictiva de la cultura y el arte en el contexto juvenil.

Entre entregas y discursos se fueron sucediendo diferentes actuaciones, todas ellas musicales a excepción del número cómico que Miquel Ángel Llonovoy representó, haciendo vibrar en carcajadas al público de toda la sala. Además, diferentes agrupaciones musicales, todas ellas en defensa de la música en catalán, deleitaron al auditorio, entre ellas, Donallop, Pere Janer o Lluís Sintes y Andreu Riera, dueto que interpertó una versión operística de una composición de Ramon Llull. El plato fuerte se ofreció al final de la gala, pues la cantante catalana Nina representó diversas composiciones, homenajeando a figuras como Miquel Martí i Pol o Joan Manuel Serrat. La emotividad final de la noche estuvo también englobada en el interior de su actuación, en la que todo el auditorio se levantó para cantar junto a ella el himno de Mallorca, La Balanguera.