La directora de la Fundación Miró de Palma, Elvira Cámara, que finalmente será sólo amonestada por ocultar la desaparición de un cuadro del pintor catalán durante un año y siete meses y que fue encomiada anteayer por Joan Punyet por haber conseguido ingresar 200.00 euros por la exportación de exposiciones, elevó el pasado mes de junio a la comisión de gobierno de la institución la aprobación de un convenio de colaboración entre Successió Miró y el museo. Un convenio que da derecho a los herederos a cobrar una tasa por las muestras. Gracias a dicho acuerdo, los familiares del pintor catalán autorizan a la Fundació Pilar i Joan Miró para que pueda exhibir temporalmente obras de la creación artística del genio que pertenecen en exclusiva a los herederos y que están depositadas en el centro artístico. Eso sí, el convenio deja claro que "si la Fundació pacta el pago de unos honorarios a su favor queda obligada a incrementar en un 5% el coste de los derechos de exposición que presupueste en concepto de derechos para Successió Miró S.L". Es decir, Successió percibirá un 5% si la Fundación ha cobrado por organizar una muestra en el exterior.

Asimismo, se especifica que el museo está obligado a notificar anualmente las previsiones de las exhibiciones. "Estas comunicaciones se efectuarán con antelación suficiente para permitir a Successió Miró planificar los desplazamientos", añade el acuerdo. Otra de las condiciones que ponen los herederos es que la Fundació debe proponer con antelación el comisario de estas muestras, un comisario que deberá ser aceptado por Successió Miró.

Además de este 5% en honorarios por las exposiciones, el convenio firmado entre el nieto del pintor, Joan Punyet, y el presidente de la Fundació, Fernando Gilet, contempla que la entidad pueda aparecer de forma "incidental y secundaria" en aquellos supuestos en que los medios se interesen en utilizar los espacios para la promoción y divulgación como reportajes divulgativos o del entorno museístico, filmaciones o celebraciones, entre otras. Eso sí, si dicha promoción es remunerada, Successió Miró se queda con el 10% de lo percibido.

Tensas relaciones

Las relaciones entre los herederos y la institución no siempre han sido un camino de rosas. Durante el mandato de Aina Calvo como alcaldesa, Punyet retiró diez obras de su propiedad que tenía en depósito en el museo. A finales de 2010, el nieto anunció a través de una carta que retiraría cuatro esculturas y seis telas, entre ellas, se encontraba la valiosa Tela quemada II de 1973. La retirada de estas diez piezas dejaron un gran vacío en la colección del centro artístico. A cambio de estas diez obras, el heredero ofreció la escultura Souvenir de la Tour Eiffel.

Por otra parte, Elvira Cámara debía volver durante la jornada de ayer al museo, pero fuente cercanas a la Fundación aseguraron que no fue así.