Era la última oportunidad para ver juntos a los Príncipes de Asturias en una actividad de la 32 edición de la Copa del Rey Mapfre de Vela. La experiodista, que llegó el viernes por sorpresa para muchos y se dejó ver por la Escuela de Vela de Calanova, no hizo lo mismo ni por la mañana en el Real Club Náutico de Palma ni en la ceremonia de clausura que el Príncipe Felipe presidió ayer, entregando, a los campeones de este año en distintas categorías, sus respectivos trofeos. La breve gala tuvo lugar en el recinto de Ses Voltes, a los pies de la catedral. A ella sí que acudió un numeroso grupo de invitados (se pudo ver a Carmen Lomana entre ellos), entre regatistas y autoridades locales que escoltaron en comitiva política al heredero al trono hasta su llegada al escenario. Allí le esperaba el cantante y también participante Jaume Anglada, que en su debut anunció -en inglés y castellano- a los ganadores de esta edición, la más participativa de su historia con un total de 120 embarcaciones de 24 países. De entre las ocho triunfadoras destacan los cuatro equipos españoles (Vamos Spain, Rats on Fire, Turismo do Algarve y el seis veces campeón Movistar) que se incluyeron entre los vencedores de esta temporada.

Día en familia

Fuentes de la Casa Real confirmaron que ayer no era un día de regatas, sino de excursión en familia. Antes de abandonar Palma, los cuatro hijos de la infanta doña Cristina e Iñaki Urdangarin disfrutaron de una jornada entrañable con sus primos y su abuela, doña Sofía, además de los Príncipes de Asturias y la infanta Elena.

A diferencia de los tres días anteriores, el Príncipe Felipe decidió no participar ayer en la última competición de vela balear para dedicárselo a los suyos, en lo que se presume que fue una salida en la lancha Somni, (aunque la Casa del Rey no confirmó este extremo). Fuentes del entorno explicaron que ayer era el día más adecuado para ello, dado que los hijos de los duques de Palma podrían regresar hoy a Barcelona.

Tan sólo falta el Rey, cuya visita no llegará hasta la semana que viene, coincidiendo con las actividades oficiales del monarca en la isla. Sus vacaciones comenzarán entonces y puede que se alarguen, como el año pasado, hasta una semana.