Refugi 3.500

TEATRE PRINCIPAL (PALMA)

Dramaturgia: Companyia Dos Pics. Dirección: Pau Bachero. Intérpretes: Magdalena Garzón, Marta Gorchs, Agnès Llobet, Jaume Manresa y Pedro Mas. Iluminación: Manu Martínez.

Si teatro es "edificio o sitio destinado a la representación de obras dramáticas o a otros espectáculos públicos propios de la escena" (Diccionario de la RAE, primera acepción), el Principal hace tiempo que ha dejado de serlo; deberían cambiarle el nombre. En lo que llevamos de año, casi medio, de teatro propiamente dicho sólo se ha programado Lucrècia (dos únicas funciones para un espectáculo magnífico) y Creeps (dos matinales). El resto, música, danza y ópera (que me parece bien; siempre que no se arrincone al teatro, que es lo que están haciendo), con complementos dramáticos "en ocasión de" Turandot (En un país tan llunyà), La flauta màgica (Amadeus, si bien éstos agrupados como "Especial Mozart") y ahora Aida (Refugi 3.500).

En virtud de esta fórmula, al dramaturgo o director se le encarga una obra, condicionada a servirse del escenario de la producción operística de turno y con algún vínculo argumental, que se representa en tres funciones dispersas. Pau Bachero y compañía han tomado de Aida, leo, "la reclusión, la evasión y el amor en tiempos de guerra": cinco personajes, prácticamente sin palabras, se refugian de los bombardeos exteriores en un teatro y allí pasan el rato jugando con un piano, con acciones de rechazo y de acercamiento y con el mobiliario.

Los cinco intérpretes son excelentes, el trabajo de movimiento es impecable y algunas escenas resultan mágicas. La flojedad se sitúa en la historia, básica, con lo que se suceden las reiteraciones o las actividades inanes, hasta completar una hora y cuarto ciertamente estética y bien realizada, pero de poca sustancia.