Un home amb ulleres de pasta - Teatre del mar (Palma)

Autor, director y escenógrafo: Jordi Casanovas. Intérpretes: Roser Blanc, Clara Cols, Pablo Lammers y Sergio Matamala. Iluminación: Rubén Taltavull.

Con convincentes argumentos, la compañía Flyhard y su director, autor y escenógrafo de cabecera, Jordi Casanovas, se han convertido, en la última década, en una de las referencias esenciales de la escena catalana. Por aquí hemos visto, entre otras piezas suyas, City/Simcity, también en el entrañable Teatre del Mar, y La ruïna, en el Principal (cuando el Principal tenía otra programación, claro). A cargo de un elenco habitual, estas piezas destilan un sello común: básicamente, retrato generacional, construcción efectiva y hábil equilibrio de lo cómico y lo inquietante.

Recreando una pieza anterior, Tetris, Un home amb ulleres de pasta empieza como una comedia sentimental (pareja que intenta animar a una amiga en crisis), continúa como una crítica a esos impostores que (por desgracia) se dan de vez en cuando en los ámbitos creativos y se orienta, en su tercera parte, a una historia de terror. Con estar presentes algunos apuntes generacionales, en esta ocasión éstos, en mi opinión, no constituyen lo más importante, quizás porque las actitudes de estos treintañeros no son, en el fondo, tan distintas de las de hace dos decenios. El juego lingüístico entre catalán y castellano, frecuente en la escena barcelonesa actual, acentúa la diferenciación del intruso.

La hora y media de desarrollo registra alguna que otra bajada de ritmo (por algunas convenciones un poco artificiosas) pero, en conjunto, este triple salto mortal funciona: el espectador se divierte, luego se inquieta y finalmente se horroriza. Los programadores del Teatre del Mar han vuelto a acertar.