Para los adultos, el magnífico galeón La Pepa es una réplica exacta de un velero del siglo XVII que ha sido rebautizado -antes era Andalucía- en homenaje a la Constitución de 1812, con motivo de su bicentenario. Para los niños que ayer visitaron el monumento atracado en el Club de Mar, se trata de un estupendo "barco pirata" que pone alas a sus pequeñas cabecitas con tremendas dosis de imaginación. El horario de visitas , si la lluvia que amenaza estos días lo permite, será hoy igual que ayer, de 1o.00 a 18.00 horas al precio de 4 euros para los adultos y 2 euros para los menudos de 2 a 7 años.

Y aunque se trate de una construcción reciente, la forma de trabajar sigue siendo la misma que a finales del siglo XVII, salvando las distancias. "Aquí todo se hace a mano; se navega como en el siglo XVII, al margen de la electrónica, mecánica y demás, necesaria por obligación", cuenta Alejandro Soriano, contramaestre. En total, 33 tripulantes, hombres y mujeres, un dato que "escandaliza a gente del mundo de la náutica" (ahora se navega con muchos menos) aunque poco tiene que ver con los cerca de 150 marineros, grumetes, artileros y demás personal que transportaban sus homólogos en su tiempo.

La Pepa llegó a Palma el 8 de enero para el rodaje de la segunda parte del anuncio de una conocida marca de ron al dique del Oeste. Estuvieron rodando el anuncio hasta el pasado jueves, y entonces se pasaron al Club de Mar para "enseñarle al público" esta "joya" que ya ha dado la vuelta al mundo a la península y pasado por Eivissa y Menorca.

La Fundación Nao Victoria de Sevilla es la propietaria de la embarcación, que además de La Pepa cuenta con otra propiedad bautizada igual y amarrada en el Puerto de Santa María de Cádiz.

Según cuenta Soriano, el barco se construyó entre 2008 y 2010 en Huelva, para ser embajador de España en la Expo de Shangai. Con cincuenta metros de eslora y 11 de manga, en la actualidad alberga una exposición dedicada al II Centenario de la Constitución, algo que para Miriam Sedano, que ha venido a ver el barco, es una opción "muy didáctica" y "poco promocionada" por los centros educativos de la isla.

Una cubierta espaciosa y amplia deja ver una importante "cabullería" esto es, los cabos utilizados para la embarcación que para los entendidos en náutica podrá apreciar las "diferencias" con los barcos en la actualidad. Siguiendo la cubierta de artillería se pasa a la zona noble, con cuatro camarotes para "gente importante" y dos lavabos junto al Salón del Almirante, lugar donde se reunían para discutir las posibles rutas.

En su época este galeón se utilizaba para el transporte de mercancías como la seda que, según las indicaciones recogidas en el Archivo de las Indias, desde Filipinas cruzaban el océano pacífico hasta Acapulco, en México, donde eran reembarcadas en Veracruz, antes de llegar a España. Por este motivo los veleros de esta clase iban armados, ante la posibilidad de ataques piratas, algo que a los niños que visitaron el velero ayer, encantó. Entre otros artilugios propios de la época pueden encontrarse los astrolabios, que servían para calcular la altura de las estrellas y para poder posicionarse.