­El compositor Tomeu Quetgles comienza una nueva andadura musical esta vez acompañado de dos grandes amigos: el contrabajista Biel Font y el percusionista Lluís Uroboros. Gracias a ellos, el cantautor se triplica y da luz a su séptimo trabajo discográfico, ...A una illa mediterrània, en una suerte de "trío natural" que conquistó a quienes asistieron a su presentación el pasado mes de noviembre en el Teatre Mar i Terra. Aunque ahora sean más, Quetgles insiste que no ha perdido "esa intimidad que caracteriza a un cantautor". Para quienes se lo perdieran, actuarán el próximo sábado día 15 en Sa Posada de Bellver a las 22 horas.

"He tenido mucha suerte de trabajar con ellos. El resultado es muy agradecido, le aportamos un toque sencillo, nada artificioso, y sigue sonando tan natural como siempre", sostiene. La "aventura" tiene sus antecedentes un año atrás, cuando de manera "espontánea" surgieron las colaboraciones; a su juicio, ambos poseen una "larga trayectoria sobre los escenarios isleños".

Aunque para el cedé -que se puso a la venta durante su presentación- sólo aparecen seis canciones, "seis pequeños manifiestos a la vida y a las raíces", lo cierto es que el grupo ya posee una veintena de composiciones propias -entre ellas la que da título al nuevo trabajo: "Aportamos cada uno nuestro bagaje artístico propio. En ellos puedes encontrar referencias a las raíces americanas como el blues o el folk de la mano de Biel Font o las fusiones étnicas de las que es amante Uroboros. Yo aporto la canción de autor", matiza el compositor.

Fiel a su lengua y a su manera de trabajar, Tomeu Quetgles no abandona su espíritu reivindicativo: "No es que quiera serlo, pero nosotros nos hemos movido siempre en la contracultura de Mallorca. Estamos al margen de la autopista mass media comercial".