Consolidar el tejado, que en estos momentos está cubierto por unas mallas para evitar el desprendimiento de sus tejas es, a juicio del grupo socialista, una de las prioridades por las que deberían ponerse en marcha las obras de rehabilitación del edificio gótico civil de referencia en Mallorca, propiedad de la institución insular desde 2010 y que en estos momentos guarda una imagen "lamentable". Además, se teme por los viandantes que recorren el carrer de la Pau, uno de los lugares del centro de Palma que mejor conservan su aire medieval. Así lo afirmaron ayer Jaume Garau, Antoni Alemany y Francesc Dalmau, portavoz del grupo de consellers socialistas del Consell, presidente del grupo y conseller socialista, respectivamente. "El primer paso es garantizar la seguridad del ciudadano, en un edificio declarado BIC y que en estos momentos presenta un estado lamentable de su tejado", explicó Francesc Dalmau. Otra de las deficiencias está en la fachada, que se inclina ligeramente hacia delante y cuyos muros necesitan reforzarse.

Una de las acciones que más sorprenden al grupo y que reclaman al Consell es que "sea tan sensible con el patrimonio propio como lo es con el del Obispado", señalaron. Se referían, por ejemplo, a la reconstrucción del Santuario de Lluc, recientemente dañado por un cap de fibló. "Hasta ahora sólo hemos visto la sensibilidad del equipo de gobierno de María Salom hacia el patrimonio del Bisbat de Mallorca mientras deja perder el patrimonio propio", lamentó el conseller Dalmau.

Las obras de rehabilitación del edificio están paralizadas desde principios de 2011, cuando, tras unas exploraciones geofísicas para determinar la naturaleza del suelo, se descubrió que debajo podría encontrarse uno de los cinco baños árabes mencionados en el Llibre del Repartiment de Jaume I, "un hallazgo que sería muy importante teniendo en cuenta que en Palma sólo se conservan unos baños árabes", matizó. En este sentido, el segundo paso que exigen es continuar con las calas arqueológicas correspondientes, para "poder confirmar" dicha existencia".

Como último punto, en el próximo pleno el grupo socialista presentará una moción para que, tal y como está previsto en el convenio firmado con el Govern y que se financia mediante inversiones estatutarias, "se reclame a Madrid" los 3,2 millones de euros destinados a su compra y restauración.