Los fans no desfallecen aunque tengan que esperar horas con un simple café o un refresco de cola, aunque fuera haga algo de frío y las medidas de seguridad sean notables. Por ver a Pierce Brosnan y, sobretodo, por fotografiarse con Aaron Paul, rostro visible de Breaking Bad, se hace lo que sea. Aunque ayer, el rodaje de la película A long way down obligaba al madrugón, y la amenaza de lluvia obligó a que el equipo comiera casi en el mismo set de grabación, el día 2 del intérprete irlandés en la isla fue satisfactorio. Así lo demostró su sonrisa, siempre presente a su salida de la terminal.

La jornada de filmación transcurrió sin grandes sobresaltos. A esta nueva sesión se incorporó la joven actriz Imogen Poots, que debutó en el mundo del cine en la cinta V de Vendetta. En la película que dirige el francés Pascal Chaumeill y es una adaptación del libro homónimo de Nick Hornby, Poots da vida a Jess Crichton, una adolescente con serios problemas emocionales, hormonales y de comportamiento en general. Ella, junto a Brosnan, Paul y Toni Collette serán los que se encuentren en la azotea del edificio más alto de Londres con la firme intención de suicidarse.

Hoy el equipo tiene jornada de descanso y mañana lunes comenzarán a trabajar en Camp de Mar.