Maria Mateu, 43 años

Santa Maria del Camí

“Los mallorquines somos cerrados: tenemos horizontes limitados porque vivimos en una isla. Somos conservadores con nuestras tradiciones pero nos gusta compartirlas”

Jaume Puigserver, 21 años

Palma

“Dividimos a la gente: hay guiris, forasters y extranjeros. Sentimos desconfianza hacia lo que no es de la isla, y eso hace que defendamos lo nuestro. Sí, somos cerrados... pero vivimos del turismo”

María Aguirre, 45 años

Bilbao

“Llegué a la isla virgen de tópicos hace 17 años. Diría que los mallorquines son muy buena gente, tranquilos y con mucha manga ancha: el clásico s’horabaixa abarca siete horas”

Xisca Bal·le, 19 años

Esporles

“Siempre hemos estado aislados y eso se hace notar en nuestro carácter. Somos cerrados, tranquilos y no nos gusta discutir. Tenemos un lenguaje peculiar y propio”

Ana María Ruiz, 71 años

Santander

“Hay de todo, como en cualquier lugar. Pero en general son reservados, cerrados y desconfiados. Hablan poco, pero cuando tienen confianza lo dan todo. Estoy muy a gusto aquí”

Paqui León, 43 años

Jaén

“Hace 21 años que vivo en Mallorca y jamás he tenido problemas. Al contrario, llegué y me ayudaron en todo. Tal vez no sean tan bromistas como en mi tierra, pero son buena gente”

Andrés Ramírez, 45 años

Sevilla

“Me parecen gente muy abierta y agradable. Son serviciales, hospitalarios y más tranquilos que los andaluces. También son más detallistas y conservan mejor sus costumbres”

Tomás Lirón, 73 años

Santander

“Llevo viviendo aquí un año. Hay de todo, como en todas partes. Pero si es cierto que son gente reservada, cerrada, poco habladora. Aunque cueste, cuando se abren vale la pena”

Emanuelle Sumulla, 24 años

Barcelona

“Soy captador y estoy todo el día en la calle. Veo que los mallorquines son cerrados: en Barcelona me ríen las bromas que hago, pero aquí me miran raro. Pero hay de todo”

Àngels Martorell, 20 años

Santa Eugènia

“Somos cerrados, pero no más que en cualquier otro lugar. La manera que tenemos de hablar y algunas de nuestras expresiones sólo pueden entenderse en mallorquín, no tienen traducción”