Unidad. Es la mejor respuesta para soportar un "capitalismo cleptómano". Es fundamental que a la hora de la lucha "colpejem plegats". Así lo manifestaba ayer Laura Camargo, miembro de Revolta Global Esquerra Anticapitalista-Mallorca durante la presentación de libro de Guillermo Toledo, Razones para la rebeldía. Un libro que sirvió ayer a la organización como pretexto para poner sobre la mesa algunas de sus más intrínsecas reivindicaciones, en tanto que la figura pública de Toledo (Richard, en Siete vidas) también sirviera para generar algún tipo de "hegemonía social". Como ocurrió en 2003 dentro del colectivo de las artes escénicas y su clara opinión en contrra de la guerra de Irak. El actor y productor teatral, que además es un comprometido activista, explicó a los asistentes al club DIARIO de MALLORCA aspectos como de dónde proviene su interés por las cuestiones políticas y sociales, cómo surgió la idea de plasmar en papel sus Razones para la rebeldía o cuáles son las sendas a seguir para que movimientos como el 15-M no queden en el olvido.

La cultura, escondida

Con prólogo de Julio Anguita y con la colaboración de Pascual Serrano, Toledo explicó que el libro fue un encargo por parte de la editorial que vió la luz gracias a la participación del periodista Pascual Serrano – "que me abrió los ojos en cuanto a los intereses y el manejo de los medios de comunicación"– y que le ayudó a dar forma a sus ideas mediante las conversaciones mantenidas. "Es precisamente un actor el que llama la atención al espectador para que intente mirar más allá de las bambalinas, los decorados y la tramoya", reza Anguita en el prólogo.

Un actor que vio como en 2003 se generaba un movimiento activista "comprometido e importante" en el sector de las artes escénicas, y como, tan sólo un año más tarde, "después de aquella histórica gala de los Goya", la desactivación era absoluta. "¿Donde está la gente del No a la guerra? No están. "Ni en aquel momento ni ahora". Están escondidos, hasta el punto que en el que el discurso de apertura de la gala de 2004, lo primero que dijo la presentadora Cayetana Guillén Cuervo fue ´Este año no os preocupéis que vamos a ser buenos", recordaba.

Sin embargo, Toledo añadió que existen muchos artistas vinculados a la causa "que están ahí", pero que a menudo se encuentran "silenciados sistemáticamente" por los medios de comunicación tradicionales, sin mencionar que las consecuencias fueron "una auténtica caza de brujas". Sobre los medios de comunicación, que Toledo calificó no como el cuarto, sino como el "primer poder", también se habló largo y tendido. Entre otras críticas se refirió al grupo de comunicación Prisa como el responsable "en parte" de la falta de referentes en el mundo cultural español. "La izquierda siempre ha contado con el privilegio, en otros países, de tener apoyos en este ámbito, algo de lo que desgraciadamente en España carecemos". "Nos venden a unos supuestos intelectuales, a unos presuntos escritores, cineastas, que han hecho una especie de ´camarilla´ donde sólo se publican y publicitan sus libros, sus discos o sus películas, y ellos mismos se lo comen y se lo guisan. Ya sea en su cadena de radio hablando de una obra, en la editorial donde se publican, donde se venden o en el la televisión donde se entrevistan, etc."

Llamada a la acción

Tras la visión "pesimista" pero inevitable –comentaba Camargo– del panorama actual, la conferencia-coloquió se fue desarrollando paulatinamente con preguntas de los visitantes, que entre otras cuestiones increparon al protagonista sobre los modelos existente. "¿Qué ejemplos debemos seguir? ¿Cuáles son las alternativas que nos quedan?" se preguntaban algunos. Tras rechazar el enfrentamiento directo, Toledo apostó por seguir prototipos como la cooperativa agrícola de la finca de Somonte, en quienes recaerán los derechos de autor devengados por la venta del libro.

Hay razones para la rebeldía, es obvio, se dejaba entrever en el ambiente de ayer. Porque hemos perdido la soberanía. Porque tenemos una ley de Extranjería racista e injusta, porque se están dando los primeros pasos, irreversibles, para que la sanidad y la educación se privaticen. Son las razones de Guillermo Toledo para la rebeldía. Y las de muchos más, "aunque no suficientes" todavía. "Hay que hacer que el miedo cambie de bando", se escuhaba ayer entre el público. "No sé si vamos a poder cambiar la situación, pero en cualquier caso, los ciudadanos somos los dueños de nuestro destino, y en nuestras manos está seguir aguantando o salir a la calle exigiendo nuestros derechos", termina diciendo el actor en su libro.