Para Natalia Millán Cinco horas con Mario es una obra que debe estar siempre en cartel. Un clásico que está "para recordarnos algunas cosas", apunta la actriz. La madrileña encarna a Carmen Sotillo, la viuda de Mario, la mujer que habla durante toda una noche con su esposo muerto. El montaje, que se representará en el Auditòrium los próximos días 19 (a las 21 horas) y 20 (a las 19), lo dirige Josefina Molina, y supone una revisión del que Lola Herrera hiciera famoso a lo largo y ancho de toda la geografía española. El productor de la pieza es una vez más José Sámano.

"El proyecto implica a las mismas personas que el montaje anterior, pero Lola Herrera lo quiso dejar. Miguel Delibes falleció un poco antes de volver a poner en marcha este espectáculo. Buscaban otra actriz, y me lo dijeron a mí", explica Millán.

La obra tiene plena vigencia, asegura la actriz, "porque nos muestra un mundo del que venimos que no está tan lejos en el tiempo". Su humor también es uno de sus puntos fuertes, sobre todo por "los disparates" que a veces llega a decir Carmen, la viuda de Mario. "Dicen que la función del teatro es como la de un espejo deformante de la realidad. Pues en este caso, nos reímos con la obra porque en algunos momentos parece una caricatura de la realidad", señala la actriz. "Carmen es muy racista y dice disparates supremos sobre los negros. Pero yo me pregunto, ¿acaso no hay mucha gente racista hoy día?", argumenta. En este sentido y según la propia Millán, la obra tiene una función: que los ciudadanos no olviden el pasado de España y que hagan un poco de autocrítica. "Era lo que Delibes quería", afirma.

Otro de los puntos fuertes de la pieza teatral es que no contiene dosis de maniqueísmo. "Es un retrato de las dos Españas a través de Mario y Carmen. Y queda claro que los dos tienen razón en cosas distintas. Creo que el mensaje último de la obra es que lo importante para la convivencia entre los seres humanos es la comunicación", apunta la actriz.

Millán, que cree que sería un "gran torpeza" que no se produjera una nueva temporada de Amar en tiempos revueltos –ficción televisiva en la que trabaja–, también prepara Anfitrión de Plauto, pieza que estrenará en el Festival de Mérida. Después volverá al Teatro Arlequín con Cinco horas con Mario.