El reciente ganador del primer premio Lux de fotografía, uno de los más reputados de Europa, Nando Esteva, se prepara para inaugurar a principios de diciembre una exposición, homenaje a su padre, fallecido de cáncer hace tres años, que llevará por título Rostres, en la que pretende mostrar con imágenes la lucha titánica, las preguntas, la soledad y también la solidaridad frente a una enfermedad que ha marcado su vida y la de su familia.

–¿Cómo llegó a dedicarse a la fotografía profesionalmente?

–Mi padre era modelo y a través de él conocí a fotógrafos de renombre. Me presentó en Mawui, Hawai, donde estuvimos un mes cuando yo solo tenía catorce años, a un fotógrafo con el que estaba trabajando. Sentí tanta curiosidad que pedí que me dejara trabajar con él como ayudante. Estuve trabajando con él siete años hasta que decidí independizarme y hasta hoy .

–¿Qué le interesa de la fotografía?

–Transmitir con mis imágenes lo que todos podemos ver pero no podemos guardar, salvo en la memoria, y que sea para siempre. Es un arte joven que está pasando por una etapa de revalorización muy positiva que nos permite conseguir objetivos profesionales y artísticos hasta hace muy poco reservados a pintores y escultores, pero además y desde un punto de vista comercial a mí me interesa poder trabajar para firmas internacionales de mucho nivel siempre desde Mallorca; este es mi reto, seguir viviendo y trabajando aquí.

–¿Mallorca no limita su mercado?

–No, de hecho trabajo a nivel mundial para algunas empresas, Teka, por ejemplo. He creado su imagen para todo el mundo desde mi estudio de Palma. Hoy la tecnología permite contactos fluidos y que tu trabajo sea reconocido en todo el mundo y con el premio Lux más todavía. Ha tenido más repercusión fuera que aquí, en mi propia casa, donde ha pasado casi desapercibido a pesar de ser un galardón muy importante. Me sorprende un poco, la verdad. He competido con fotógrafos importantísimos con más de treinta años de experiencia y ser el ganador con una crítica que dice que mi campaña para Farrutx es innovadora, transgresora y plásticamente perfecta sin utilizar el photoshop es un gran halago que viene de parte de profesionales.

–¿Qué ha significado este premio para usted?

–Una sorpresa. Ha sido un año muy complicado, de búsqueda interior y de lucha conmigo mismo, para poder plantear campañas impactantes mientras estaba sufriendo un problema de concentración elevado porque mi mente ha estado desarrollando fundamentalmente la exposición homenaje a mi padre fallecido de cáncer que ha revuelto muchos recuerdos. Encontrar una superación de imágenes, de nivel, depende mucho de cómo te encuentres psicológicamente y yo estaba bajo mínimos. Afortunadamente Farrutx confió en mí para esta campaña ahora premiada. Piel Mojada es transgresora y sugerente en época de crisis. El hielo es un hilo conductor pero también una crítica global a nuestra pasividad frente al cambio climático.

–¿Objetos o personas, enfermedad, frente a la cámara, qué prefiere?

–Los objetos dependen del cliente y la prisa que tenga en tenerlos fotografiados. A veces trabajamos contrarreloj aunque necesitamos cierta empatía con el objeto, estático. Me gusta trabajar a solas, de madrugada. Con modelos es más difícil porque las personas dependemos de nuestro estado de ánimo, siempre. La exposición Rostres, en la que trabajo con personas que luchan contra la enfermedad, reflejará, tras dos años y medio de trabajo, estos estados de ánimo. Se inaugurará el 2 de diciembre en La Misericòrdia. Es muy impactante, reivindicativa y busca conseguir fondos para ayudar a la investigación contra esta enfermedad que nos toca a todos de una forma u otra, para conseguir mejorar la calidad de vida y el bienestar del paciente. Toda ayuda es poca. En este caso el elemento unificador es el barro, que sobre nuestras pieles iguala a todos, como la enfermedad, que no distingue a nadie.

­–Usted que fotografía habitualmente a Rafa Nadal, tan lleno de vida y de fuerza…

–Todos comparten algo muy importante, el reto inmenso de la superación, un hilo conductor muy importante que hay que tener presente cuando trabajo con ellos. Las dos experiencias son muy positivas para mí y en este caso se ve el esfuerzo para luchar y ganar. Hay que ganar a la enfermedad, espero ganarle una partida el 2 de diciembre.

–¿Rafa Nadal es un buen modelo?

–Es una persona excelente y lo más importante es que tiene un equipo detrás que le respalda. Carlos Costa , su tío, los padres y el resto de la familia, todos hacen este Rafa Nadal de mirada limpia y honesta que tan bien da en cámara. Es un muy buen modelo porque no engaña. A la cámara no hay forma de engañarla, lo ve todo.