"Contento con el trabajo realizado". "Agotado" e "ilusionado", a partes iguales. Y también algo "nervioso". Así se percibía Agustí Villaronga hace unos pocos meses, el pasado marzo. Entonces, para terminar su Pa Negre sólo faltaba mezclar los sonidos. "En el cine nunca sabes cuando vas a ´entrar´ bien", admitía, temía, el director. Especialmente con el suyo, tan marca de la casa, tan especial siempre.

El mallorquín, que preestrenó película en el Festival de San Sebastián –hace una semana– ha despejado sus incertidumbres. Enterrado ´miedos´. Convencido a todos. Regresó a casa aplaudido –acaso el que más– por el certamen. Y con una Concha de Plata colateral, recogida por Nora Navas, la mejor actriz para el jurado, protagonista de un filme que el próximo 15 de octubre llegará a la cartelera. Y que tendrá estreno especial en Mallorca: "algo haremos", prometía ayer a este periódico.

"Estoy contentísimo", reconoce el cineasta y guionista desde su casa de Barcelona. "La entrada de la película ha sido estupenda, la verdad es que la gente le ha hecho mucho caso. Además, el de San Sebastián es un festival que ayuda mucho a la promoción". Villaronga, cuyo filme apuntaba a ganador de la Concha de Oro, admite que no conseguirla sí supuso "una pequeña decepción". "Pero se me pasó muy rápido", matiza igual de raudo, gozoso y colmado por lo logrado en Donostia. "Las expectativas, que no creamos nosotros, estaban ahí", explica el mallorquín de esos días de quinielas. "La verdad es que estábamos todos un poco estresados".

"Tengo muchas ganas de ver la reacción del público. Es lo que más me importa". Agustí Villaronga, reconoce, está impaciente por palpar la reacción del respetable; que podrá vivir su cinta en castellano y catalán. "Seguir haciendo cine, este cine, depende mucho de cómo funciona una película en las salas", bien sabe el antes firmante de El niño de la luna (1988) o El mar (2000). Su nueva cinta –adaptación de dos novelas de Emili Teixidor– trasladará al espectador a la Cataluña rural de 1944. Un intimista drama de posguerra, "que no llega al melodrama", la describe Villaronga. "Con pocos elementos sociopolíticos". Mucho más apoyada en "las consecuencias" de la guerra española y los sentimientos y deslealtades derivadas.

"Le temblaban las piernas cuando se lo dije". Villaronga fue el encargado de desvelarle a Nora Navas que la Concha de Plata sería para ella. El cineasta recuerda con cariño el momento en el que le dio la buena nueva, ésto es, la confirmación de un premio que no hubiera sido posible sin un buen director y un buen guión detrás. Y sin un acertado plantel dándole réplica a la actriz barcelonesa, nombres como Eduard Fernández, Sergi López, Laia Marull o Roger Casamajor. También el del debutante, mozo y capital Francesc Colomer, un ficcionado y metafórico chaval del bando republicano condenado por edad y contexto a perder su inocencia.

Pa Negre, en cartelera en apenas dos semanas, seguirá pisando festivales. Compitiendo con muchas posibilidades de triunfo. De momento, un cauto Villaronga prefiere no desvelar en cuales.