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Entrevista

Antonio Tugores: "Sufría mucho, pero con el yoga empecé a disfrutar de mi cuerpo"

Antonio Tugores, durante uno de sus ejercicios en su escuela de la plaza Alexander Fleming de Palma.

-¿Qué buscan los yoguis?

-Una comprensión más profunda de la naturaleza, de la existencia.

-¿Cómo llegó usted a este mundo?

-Por diferentes factores. Por un lado, por ciertas inquietudes existenciales. Ya de muy pequeño no acababa de entender por qué existe el mundo. También tuve una lesión medular, un problema grave en la espalda, con un diagnóstico de paraplejia.

-¿Cómo se produjo esa grave lesión que le postró en una silla de ruedas?

-Fue un accidente con una bicicleta. El cuerpo estaba bastante extenuado, llevaba unos cuantos kilómetros y me pegó una lipotimia encima de la bici. Me desmayé, me di con el bordillo y me rompí un par de vértebras. Una fractura bastante compleja. Hubo una operación rápida y un traslado limpio pero el diagnóstico, al haber una sección medular del 75-80 por ciento y no haber prácticamente respuesta en piernas, era a priori una paraplejia.

-¿Cómo logró sobreponerse?

-Cuando me pasó eso tenía 20 años. Me iba a comer el mundo y la vida me dijo: quieto parado, no te lo vas a comer tanto como tu crees. De ser hiperactivo pasé a estar tres meses en cama sin poder moverme, y luego con la silla de ruedas. No caí en una depresión pero sí que hubo un gran impacto por todo el sufrimiento que se generó a mi alrededor debido a mi situación. Quizá no me centré en caminar, algo que sí hacían mis compañeros del Hospital de Parapléjicos de Toledo, y más en ser feliz. No quería ser una proyección de sufrimiento, quería volver a ser independiente.

-¿El yoga le salvó?

-Yo no diría que el yoga salvó mi vida, que solucionó mis problemas, pero sí ha dejado de relieve la forma en que se producen las cosas. Ahora entiendo un poco más la forma en que la vida se da. Si uno conoce las reglas del juego tiene ciertas ventajas. Sí es cierto que el yoga me trajo un tipo de salud integral con el que empecé a disfrutar de mi cuerpo. Yo sufría mi cuerpo, sobre todo después de este accidente. Tenía una espalda muy compleja. Y lo que aparentemente empezó como una dinámica simplemente física me reveló que todas las causas no estaban en lo físico. Alguien me podría decir: hombre te duele la espalda porque te la has roto. Pero a lo mejor me duele por la forma en que la uso. Y la usas de una forma determinada dependiendo de cómo interpretas la vida. Utilizamos nuestro cuerpo en base a la interpretación que hacemos de la existencia. Si interpretamos la existencia de una manera muy superficial lo que materializamos en el cuerpo es esa superficialidad.

-¿Alcanzó la felicidad?

-La felicidad, para mí, es la ausencia de sufrimiento. No a todas las personas le hacen sufrir las mismas cosas. Cuando tienes una lesión física el dolor puede generar mucho sufrimiento. Puede ser que aprendas a manejar el dolor y no sufras, simplemente te duela; y puede ser que no te duela nada y estés sufriendo un montón. Sí es verdad que a lo largo de los años he aprendido a relacionarme con el dolor. El sufrimiento viene por un pequeño fallo de percepción que hace que interpretemos la vida de una forma que no está ocurriendo.

-Qué profundo...

-En eso consiste el yoga, en llegar a percibir claramente lo que está ocurriendo, sin que lo estés disfrazando. Es como refinar los mecanismos a través de los cuales tu percibes la existencia. Y para este refinamiento tienes que ir al cuerpo.

-¿Ya averiguó el sentido de la existencia?

-Con el tiempo esta pregunta se ha transformado. No es tanto para qué sino cómo. Pasas de hacer una pregunta que sería una proyección: "para qué vivimos", y te proyectas en un posible futuro; a preguntarte: "cómo vivo en este momento", y te instalas en el presente absoluto. Quizá esa sea la clave, estar presente en el momento en que estás viviendo. No se ha respondido a la primera pregunta pero sé apaciguar la ansiedad que la generaba. El yoga ha sido el elemento sobre el cual ha girado toda esta investigación. Es cierto que cuando empecé a realizar ejercicios de yoga mi salud en la espalda mejoró en un 300 por cien pero eso fue la puntita del iceberg. Después se reveló todo un proceso más profundo que aclaraba un poco por qué se producen esos momentos de sufrimiento tan amargos en el ser humano."De hiperactivo pasé a estar meses sin moverme. No quería ser una proyección de sufriminento"

-¿Ve posible la introducción del yoga en los hospitales para lesionados medulares?

-El yoga como tal, no. Está enmarcado dentro de una filosofía oriental. Es un proceso filosófico que se basa en acciones concretas. Se enmarca en los darshan, sistemas filosóficos que explican la naturaleza de la existencia pero se fundamentan en la autoridad de los vedas. Se trata de una escuela filosófica que contempla esta autoridad. Es muy difícil que en Occidente se contemple el yoga como parte de la terapia de recuperación de un enfermo o lesionado medular. No hay un reglaje sobre lo que es la enseñanza y la práctica del yoga. La India es un compendio de muchas culturas y el yoga que se ha importado a Occidente está tergiversado por la visión europea o americana. Muchos de los yogas que llegan a Europa vienen de EE UU, no de la India. En EE UU los yogas están muy superficializados. De hecho hay una confusión que perdura: de 1890 a 1930 los yogas en la India se transformaron y se convirtieron en físicos, por la moda cultural de fisioculturismo que barría Europa, y todas las metodologías que físicas que llegaban a la India venía de la gimnasia sueca, de americanos como Eugen Sandow... Muchas de las técnicas que se han llamado yoga vienen del fisioculturismo.

-¿Cómo se forma, sin reglajes, a un profesor?

-La formación de profesores de yoga es un campo que hoy por hoy empieza a estar reglado, desde una perspectiva que deja en una situación muy precaria al yoga en sí mismo. La formación es un proceso muy complejo. Hay que despertar el interés del autoconocimiento, para que realice todo este proceso. No es una transacción de información, no es una cosa que conceptualmente pueda ser asumida, sino más bien es una experiencia orgánica. Hay que generar escenarios en los que el alumno pueda tener esa experiencia, sin imponerla. Todo se basa en el interés de uno."Cuando empecé a realizar ejercicios de yoga mi salud en la espalda mejoró en un 300 por cien"

-¿Por qué no nos interesa nuestro interior?

-Porque nos estimula más todo lo externo: un partido de fútbol, ir a la playa, un iPhone... No nos interesa la forma en la que se relaciona tu mano con tu brazo, ni tu pelvis con tu tórax o cómo late tu corazón. Nos preocupará si el médico nos dice: oiga, su corazón no late muy bien. Pero no nos estimula. Si te interesa este proceso, te encontrarás mejor contigo mismo.

-¿La mayoría de sus alumnos huyen del estrés?

-La mayoría, sí. Muchos llegan también con dolores de espalda, asma, insomnio, principios de depresión... Experimentan un sufrimiento con muchas caras.

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