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Entrevista

Sara Sánchez: "Francisco Nieva me ha felicitado y ha reconocido mi trabajo"

La exalumna de Esadib se labra un futuro en Madrid

La actriz mallorquina Sara Sánchez, a la izquierda, con Beatriz Bergamín.

Sara Sánchez hizo las maletas y se fue a Madrid al acabar sus estudios en Esadib. En la capital ha encontrado un lugar en el Centro Dramático Nacional.

-¿Qué significa para una joven actriz como usted trabajar con el dramaturgo español vivo más premiado y admirado?

-Representa una nueva oportunidad para seguir aprendiendo y creciendo. He podido profundizar en el conocimiento que tenía sobre su dramaturgia, diseños, reflexiones y estoy compartiendo una experiencia muy enriquecedora.

-¿Ya le ha felicitado Francisco Nieva por su papel?

-Durante todo el proceso de ensayos ha estado muy próximo a todo el equipo. Ha sido muy emocionante trabajar con un autor vivo y con muchísima ilusión por darle por primera vez vida a esta pieza. El día del ensayo general, a puerta cerrada, me felicitó y me reconoció mi trabajo como Lavinia, la joven napolitana del montón, con la que me divierto e identifico mucho."Trabajar con Nieva representa una nueva oportunidad para seguir aprendiendo y creciendo"

-¿Cómo logró entrar en la obra?

-El director seleccionó mi currículo para acceder a las audiciones. Realicé una sola audición grupal de unas cuatro horas de duración junto con una veintena de actrices. Nos podíamos preparar un texto libre, y decidí presentarme con el monólogo de Ay Carmela de Sinisterra; la bandera republicana me dio suerte. Le agradezco mucho a Guillermo Heras que confiara en mí para este papel. Y me siento muy afortunada de tener como maestra y referente a la directora y dramaturga Aitana Galán, quién me ofreció la oportunidad de entrar en el montaje del año pasado, Sobre algunas especies en vías de extinción, y con la que siempre aprendo como actriz y como mujer. Admiro su trabajo y me encanta el universo que envuelven las funciones que dirige, que siempre me agarran el pulso y me hacen pensar.

-¿Qué tienen en común los seguidores de Masaniello y el movimiento de los indignados?

-Creo que los dos movimientos tiene una cosa en común como detonante de su lucha, un sentimiento de empatía hacia el vecino producido por una nueva conciencia social que obliga al pueblo a salir a la calle, a protestar, a desobedecer con un objetivo común: que se le devuelvan los derechos que les pertenecen e incluyan los que nunca han existido y que deben dar el significado que se merece la palabra democracia.

-Salvator Rosa es una sátira del poder. ¿Contra qué carga Nieva?

-Carga contra el poder que corrompe y enferma, parecido al actual.

-¿Sara Sánchez también está en contra del poder, como Nieva, sea del color que sea?

-Hay muchos modos de entender el poder y como este nos condiciona, en mi opinión tiende siempre a la corrupción de sí mismo. Desde luego no creo en el poder autoritario y dictatorial que oprime restando los derechos básicos para poder desarrollar una vida digna. Creo más en un sistema organizativo con una jerarquía horizontal, aunque no sé si por lo poco que conozco a los humanos, algunas vías pueden parecer un poco utópicas."La administración de este país se esfuerza para que la cultura no tenga el valor que le pertenece"

-¿Qué le reprocha usted al teatro español actual?

-Una autocrítica del propio sector, establecer comunicación entre nosotros para poder establecer un panorama menos desolador que el actual. Y que nos vuelvan a abrir los teatros públicos, y nos concedan espacios para trabajar... Porque sino, la única salida será el exilio, como nuestros abuelos.

-¿Concibe el teatro como un arma?

-Sí.

-¿Un arma silenciada?

-La administración y la gestión política cultural de este país se esfuerza para que la cultura no tenga el valor que le pertenece.

-¿Cuál es su primer recuerdo teatral?

-Creo que el recuerdo teatral más significativo para mi sucedió cuando tenía cuatro años. Mi madre nos llevó a mi hermano y a mí a la fiestas del barrio porque mi padre, que formaba parte de una compañía amateur de teatro, representaba La mort d´en Toni Fabioler. En la última escena, el personaje de mi padre se muere. Empecé a llorar sin consuelo porque pensé que mi padre se había muerto, me tuvieron que llevar entre bambalinas mientras mi padre entre aplausos me decía: "Estoy vivo, no pasa nada."

-¿Para poder vivir del teatro hay que abandonar Mallorca?

-Hoy por hoy es muy complicado para el sector vivir exclusivamente del teatro, lo tienes que compaginar con varios proyectos a la vez, o con otros trabajos. Hasta el momento, Madrid me ha acogido y me brinda más oportunidades que lo que me ha ofrecido mi propia casa, la isla.

-"Necesito hacer teatro sin parar". ¿Por qué?

-Porque es mi necesidad vital, el amor de mi vida. También porque me permite jugar, estar en inquietud y curiosidad constante.

-Se entrena regularmente ante la cámara y ya ha participado en Esperanza, Amor, Soledad.... ¿El cine ya ha llamado a su puerta?

-Estoy empezando a moverme para que pueda ocurrir algún día. Me encantaría trabajar en el cine; me inquieta mucho cómo se trabaja la interpretación delante de la cámara. Tiene una fragilidad especial y es un lenguaje muy distinto al teatro en técnica pero con la misma esencia. Sería un sueño cumplido poder aprender cine, trabajando.

-¿Qué admiras de un actor como Nancho Novo, protagonista de la obra de Nieva?

-Me ha fascinado observar su trabajo, y me ha enseñado nuevas vías para abordar un personaje. Él eligió empezar a trabajar su personaje desde lo más pequeño y cotidiano para encontrar su verdad desde el principio. Luego le metió forma y cuerpo, un genial Salvator Rosa. He aprendido mucho de todos mis compañeros, me han llenado la mochila de herramientas, relatos de sus experiencias y consejos.

-¿Cómo encaja una actriz novel en una familia como la del Centro Dramático Nacional?

-Con infinita ilusión y muchas ganas de sumar. Realmente son una familia, me han acogido como tal. Desde el equipo técnico y artístico hasta el personal de producción y del teatro; es un placer y un regalo trabajar allí. Me siento muy afortunada por estas dos experiencias.

-Sus habilidades son infinitas: esgrima, canto, motocicleta... ¿Qué está cursando actualmente?

-Tengo el culo inquieto, voy a clases de flamenco, practico yoga... Aunque desde octubre estoy más centrada en la investigación de mi segundo proyecto de creación con La Contrapiel Teatro. Esta vez voy a trabajar con Alexandra Hervás sobre la búsqueda de nuestro propio concepto de libertad, presos políticos y/o desobediencia civil. Nos hemos inspirado en un texto de José Ramón Fernández. La compositora y música, Pilar Onares, tocará en directo y creará todo el espacio sonoro. Estamos muy ilusionadas.

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