La voz de la excelencia. La perfección hecha interpretación. Ayer se cumplieron 90 años del nacimiento de Maria Callas. Una estrella que emergió en el mundo del espectáculo para dar un cambio radical a la puesta en escena.

Dicen los expertos en la materia que María Callas fue soberbia encima de los escenarios. Es el caso del vicepresidente de los Amics de l´Òpera, Francisco Cañellas que no duda en calificar a la soprano como "la intérprete perfecta. La voz de María Callas era magnífica, potente, tenía una capacidad asombrosa. La irrupción de Callas supuso una revolución absoluta en la manera de cantar hasta el punto de cambiar la visión actual de la interpretación. Fue la intérprete perfecta"

El director de la Orquestra Simfònica, Josep Vicent, la cataloga como una intérprete "auténtica". "Impresionaba su visceralidad, la manera auténtica de afrontar su profesión. Ella no interpretaba. Su personalidad traspasaba más allá de la partitura".

Pere Estelrich, crítico musical de DIARIO de MALLORCA la define como "la mejor cantante del mundo. Tenía una voz característica. Sobre todo, una gran puesta en escena. Visconti definió perfectamente después de una traviatta a Callas: ´Es la mejor actriz del mundo´. Cuando bajaba un escenario por las escaleras, todo el mundo la contemplaba anonadado. Su aportación al mundo del espectáculo fue el saber estar en el escenario. Una gran mujer que supo que la ópera no sólo se cantaba. Sabía cautivar con la mirada y con su voz".

Nació el 2 de diciembre de 1923 en Nueva York. La soprano conquistó a todo el que tuvo el placer de escucharla. Callas es considerada la cantante de ópera más eminente del siglo XX.

Hija de una pareja de emigrantes griegos que llegaron en agosto de 1923 a Nueva York. La familia tuvo que adoptar el apellido Callas debido a la complejidad del suyo, original heleno.

Tras la separación de sus padres en 1937, volvió a Grecia con su madre y su hermana y recuperó su apellido original, Kalogeropoulos. Conocida como ´La Divina´, fue capaz de revivir el bel canto.

Sus inicios no fueron un camino de rosas. Comenzó su formación en el Conservatorio Nacional de Atenas. Para poder acceder a la escuela de artes escénicas, falsificó su edad ya que no estaba permitido el ingreso los menores de 16 años en la escuela.

Sus primeros pasos como profesional se produjeron en 1942. El Teatro Lírico Nacional de Atenas fue el escenario de su puesta de largo con la opereta Bocaccio. Su primer gran éxito se produjo en agosto de ese mismo año. La Tosca, su estreno hacia el estrellato. La Ópera de Atenas, su primera gran actuación.

La relación con su madre marcó un carácter muy fuerte de la cantante. El afecto de su progenitora era un puro interés para que la sustentara, prefería a su otra hija, más bella que María.

Pero el personaje que marcó su historia fue Aristóteles Onassis, el verdadero amor de su vida. En el año 1959, Callas abandonó a su marido Giovanni Meneghini para vivir un romance con el magnate griego hasta 1968.

Su visita a Mallorca

En 1961 la pareja visitó Palma en el yate Cristina. Onassis se alojó con la soprano en el Formentor y en el Son Vida. En ambos hoteles, protagonizaron varios escándalos que dieron fama a la relación. Gran culpa de ello debió tener el champán según narró la cronista social, Elsa Maxwell.

Falleció el 16 de septiembre de 1977 a la edad de 53 años. Google le dedicó ayer un pequeño homenaje en forma de doodle -imagen de portada­ para celebrar el 90 aniversario del nacimiento de la estrella.