­El Govern, representado por el presidente, José Ramón Bauzá, la consellera de Cultura, Joana Maria Camps, y el secretario autonómico, Gabriel Estarellas, inauguró ayer, junto con Borja Baselga Canthal como director de la Fundación Banco Santander (patrocinador) la exposición Tony Cragg escultures, en La Lonja. La muestra podrá verse hasta el mes de noviembre e integra nueve esculturas de diferentes medidas y materiales (madera, hierro, bronze, piedra, vidrio o escayola) que proponen "una revisión de los últimos seis años" del escultor británico, considerado como uno de los más relevantes de la escena internacional.

El artista, preguntado por la conexión que se dice que existe ("en armonía, nunca con la intención de atacar la arquitectura del edificio") entre sus esculturas y la Lonja, explicó que hizo una "buena selección" de aquellas piezas que mejor encajaban en el imponente interior levantado por Sagrera, aunque sin "importar" demasiado los materiales o la arquitectura del mismo, "más bien su interior" y las entrañas que busca potenciar en sus esculturas.

Una de las piezas de la muestra es claramente distinta al resto. Al respecto el escultor explicó que corresponde a sus inicios, cuando creaba a partir de elementos encontrados. Esa práctica, aunque abandonada, no ha dejado de permanecer de alguna forma en sus obras, cómo "raíz" o "base" de sus futuras creaciones.

Desde su reapertura en el verano de 2011, tras la reforma, La Lonja ha sido escenario de las exposiciones de Fabrizio Plessi y de Bernardí Roig. Precisamente, esta última intervención fue la que dio origen a la colaboración del británico con el Govern. La consellera Camps explicó que en este espacio hace falta una "gran propuesta que sea ambiciosa" y que garantice un "gran impacto mediático y turístico", de modo que la relevancia de las ciudades y espacios en los que ha expuesto Tony Cragg eran un aval del éxito en la programación.

El proyecto supone la primera exposición general de Cragg en Mallorca, y está comisariado por Joan Carles Gomis y Julia Klüser. Ésta explicó que en su galería en Alemania trabajan con Cragg desde hace 30 años y que la muestra nace de una necesidad de diálogo entre el lenguaje arquitectónico y el propuesto por las piezas. "La Lonja es el marco perfecto para el trabajo de Cragg. Ella, en sí misma, es una escultura, no sólo por su dimensión sino por la dinámica espectacular del edificio".

Una oportunidad para trabajar en y con el espacio, de la que Cragg no aclaró cuál es el discurso que interrelaciona a ambas: "No hago instalaciones. Soy escultor. Y el espacio ha sido un reto para mí. El cómo conseguir una unidad conceptual y estilística para que armonizase con el interior del edificio, que es lo que me importa", expuso.

El presupuesto de lo nuevo de La Lonja es de "alrededor" de 80.000 euros. Unos 42.000 euros han sido aportación privada (Santander, bodegas Castell Miquel e Iberostar) mientras que los 38.000 restantes han sido aportados por el Govern.