Diario de Mallorca

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Primera División

La cara y la cruz del Real Mallorca-Girona

Antonio Raíllo, en el partido frente al Girona. MANU MIELNIEZUK

La cara: Antonio Raíllo

Se fabricó un golazo que debió valer tres puntos

Raíllo tendría que haber copado los titulares como el autor de la victoria del Mallorca ante el Girona. Porque en un partido aburrido, asfixiante por el calor y sin ideas, apareció en el minuto 86 para marcar un gol que debió valer tres puntos. El central, de la línea de tres, fue el que mejor estuvo durante el partido. Correcto, peleón hasta donde le dejó el colegiado Díaz de Mera y además efectivo. Porque tras un saque de esquina, el 21 del Mallorca se hizo hueco, controló con el pecho y a bote pronto soltó un latigazo con la izquierda ante el que nada pudo hacer Juan Carlos. Un gran gol que supo a menos tras el empate visitante.

La cruz: Martin Valjent

Dejó un gran hueco que el Girona aprovechó

El Mallorca acababa de marcar hacía tan solo tres minutos. Quedaban uno del tiempo reglamentario y seis para el final. Tras un partido de brega y de poco fútbol los bermellones tenían un botín inconmensurable entre manos. Pero se desdibujó la defensa cuando menos tocaba y adiós victoria. Grenier perdió el balón y Valjent, a tumba abierta, salió a tapar el hueco. Mala decisión, porque Maffeo, escorado para cubrir a su marca, no podía tapar espacio. El central eslovaco erró en su decisión, dejando un pasillo a los atacantes de los de Míchel que no desperdiciaron, siendo la jugada que acabaría en el penalti provocado por Copete. 

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