La rentabilización del fichaje de Muriqi va por buen camino. En tres partidos ya suma dos goles y todo un repertorio de las cosas que hace durante un partido, que no son pocas.
Es cierto que las segundas partes se le hacen largas entre otras cosas porque mantener sus esfuerzos individuales durante tanto tiempo te acaba costando mucho, sobre todo porque esos esfuerzos son, y lo repito, individuales, se mata por hacer de todo actuando como una isla en ataque.
En Vallecas, campo donde debutó la pasada temporada en Copa dejando una buena impresión, ha dejado esta vez un gol, un remate de cabeza rozando el poste, un tiro rechazado por el portero, una chilena sin consecuencias, y presión a la salida del rival, defensa por alto en jugadas a balón parado y pelea constante.
Además, le han colocado a su lado a un tipo que le entiende, que se hace entender y que pasa y marca: Kang-in Lee.
Colectivamente se confirma que para marcarle gol al Mallorca te tienen que pitar un penalti (Nápoles) o dos (Betis) porque de lo contrario, nada de nada en el presente ejercicio entre pretemporada y liga. El concepto defensivo es claro y contundente y por ahí se suman puntos.
Una victoria, un empate y una derrota; el balance es aceptable pero hay que jugar un poco más.
