Superada la primera semana de entrenamientos bajo el sol abrasador en Son Bibiloni, el Mallorca encara desde mañana y durante los próximos diez días la segunda estación de su pretemporada. Como si hiciera antaño en numerosas concentraciones, el destino es Austria. Más concretamente la localidad tirolesa de Fulpmes, un pequeño pueblo de cerca de 4.000 habitantes, que le acogerá con una temperatura que oscilará entre los 32 y los 13 grados. Un ambiente más agradable que en la isla.
Tras realizar este miércoles un entrenamiento matutino en la ciudad deportiva, no será hasta la tarde cuando el equipo coja un avión rumbo a Múnich. A su llegada a la ciudad alemana, será el turno del autobús, con un recorrido de poco menos de 200 kilómetros por delante antes de llegar al Wellnesshotel Stubaierhof, su cuartel general hasta el próximo 23 de julio.
Este lujoso hotel de cuatro estrellas superior ofrece todas las comodidades necesarias para la plantilla bermellona. Spas, zonas de relax, gimnasio, piscinas... Con un precio medio por habitación de 230 euros, este céntrico establecimiento es el lugar escogido por la entidad mallorquinista como lugar de descanso.
Así como en otras pretemporadas los futbolistas acudían a pie o en bicicleta al campo de entrenamiento, en esta ocasión tendrán que ir en autobús hasta las instalaciones del FC Stubai, en un trayecto corto de alrededor de diez minutos.
Cuenta con un estadio de poca capacidad y un par de campos de entrenamiento al lado, al pie de las montañas. Un lugar de trabajo al que han acudido numerosos equipos a lo largo de los años, como la selección española en 2008, cuando disputó la Eurocopa que acabaría ganando.
Durante estos diez días, el Mallorca disputará además tres partidos amistosos. El primero de ellos será el conjunto polaco del Wieczysta Kraków, programado para este sábado. El segundo amistoso será ante Catar el martes 19 de julio. El último de los rivales será el Genoa italiano el viernes 22 de julio, para el día siguiente volver hacia la isla.
