No era la competición en la que el Mallorca se juega la vida, pero la oportunidad de seguir en la Copa, la competición en la que ha logrado su título más prestigioso merecía el esfuerzo de no reservar a nadie, como hizo ayer García Plaza. Al final, la que era además una noche de estreno para los fichajes de este mercado de invierno acabó en frustración.
Al Mallorca le faltaron muchos argumentos para ganar al Rayo, por mucho que optara por un sistema más ambicioso que otras veces, con dos delanteros puros como Ángel, el máximo goleador copero, y un Muriqi que ha demostrado que es un gran activo en el juego aéreo, en el que ganó prácticamente todos los duelos.
Incluso tuvo en su testa la ocasión, la única clara del Mallorca, que pudo suponer el empate.
La pelota fue del Rayo la mayor parte de las veces, con un dato de posesión superior al 60 por ciento excepto en el tramo final, cuando el Mallorca quemó todas sus naves. Los madrileños ganaron gracias a un penalti que Sergio Rico no pudo parar, como hizo con otras pelotas con marchamo de gol.
La eliminatoria se decidió tras un penalti inocente de Russo, que volvió a repetir una mala elección de corte como le pasó ante el Villarreal.
La vuelta de Raíllo al eje de la zaga es imprescindible. Pero no solo el argentino hizo un mal partido A Kang in Lee hay que pedirle más y a otros también. Y eso debe verse ya ante el Cádiz este sábado.
