Cuando dos equipos llegan a la jornada ocho con urgencias es que las cosas no van como debieran. En el caso del Mallorca es relativo, pues el equipo empezó bien en las tres primeras jornadas pero se torció en las tres últimas, lo que hizo que sumar un punto de doce se viera como el principio del fin para los más pesimistas. El caso del Levante es distinto, pues se trata de un equipo estabilizado que tras ocho jornadas de Liga aún no sabe lo que es ganar y eso genera dudas en todos los sectores de un club de fútbol.
Con esos condicionantes, Mallorca y Levante iban camino de firmar un combate nulo hasta que tres jugadas en la segunda parte lo resolvieron todo.
La primera fue el remate ex aequo entre Baba y Ángel que supuso el gol mallorquinista. La segunda fue el codazo al balón dentro del área de un despistado Jordi Mboula que llevaba un minuto en el terreno de juego: Penalti. Y la tercera, la parada de Reina en el lanzamiento de penalti del ‘comandante’ Morales.
Así se escribe el 1-0 a favor del Mallorca que consigue tres puntos en tres jugadas puntuales. Esta es la mejor manera de llegar a otra parada en el calendario para preparar la tripleta de partidos que vendrán: Real Sociedad, Valencia y Sevilla. Casi nada.
