Mucho más que tres puntos. Esta es la sensación después de la victoria del Mallorca contra el Leganés del pasado jueves. El equipo de Luis García necesitaba una alegría de forma urgente tras sumar un solo punto de los últimos nueve. Y se logró, con mucho sufrimiento y poco fútbol, ante el conjunto pepinero.
El triunfo ha supuesto un alivio para unos jugadores que parecen atenazados por la responsabilidad, a los que empieza a entrarles el vértigo de entrar en la recta final del campeonato, donde todo se decide y un fallo puede resultar fatal. Sigue la encarnizada pelea por el liderato con el Espanyol, con la permanente amenaza de un Almería que se resiste a no participar en la fiesta del ascenso directo. Sesenta y cuatro puntos a diez jornadas del final es una cifra que cualquier otra temporada hubiera prácticamente asegurado el ascenso directo. Pero en la actual, está más caro que nunca y posiblemente se necesitarán más de 80 para alcanzar el objetivo.
El exceso de responsabilidad es patente en el juego del equipo. Salvo el primer cuarto de hora, en los que los hombres de Luis García tomaron el mando del partido, las ideas brillaron por su ausencia. El juego combinativo de anteriores jornadas ha pasado a mejor vida. Parece que la consigna ahora es resistir y sumar para llegar a la meta lo antes posible.
El partido frente a los madrileños sirvió también para que algunos jugadores se reivindicaran. Pero sobre todo uno, Manolo Reina. No tuvo excesivo trabajo el guardameta malagueño, pero en el añadido realizó una de esas intervenciones que a final de temporada se recuerdan como determinantes si se alcanza el éxito. Él más que nadie necesitaba una parada así, volando a por el balón en el remate de cabeza de Eraso. Una parada que tiene tanto valor como el gol de Raíllo. Tras su aciaga noche en Fuenlabrada, con dos errores impropios de un guardameta de su categoría, Reina pasa página definitivamente de lo acontecido el pasado lunes en la ciudad del sur de Madrid.
El partido ante el equipo de Garitano también ha servido para que jugadores como Russo o Mboula, habituales suplentes, refuercen su autoestima para los próximos partidos. El central argentino seguirá de titular por la ausencia por sanción de Raíllo, y habrá que esperar a si el catalán entra en las anunciadas rotaciones del entrenador para el partido ante Las Palmas. Varios jugadores necesitan un descanso. Salva Sevilla por razones obvias, y, sobre todo, un Dani Rodríguez que está lejos de su mejor forma.
Raíllo y Oliván causan baja en Las Palmas por tarjetas
Antonio Raíllo y Brian Oliván causarán baja el próximo domingo en la visita del Mallorca al Las Palmas al ver ambos la quinta tarjeta amarilla ante el Leganés. Por lo tanto, la presencia de Russo en el centro de la defensa está garantizada, posiblemente junto a Valjent, ausente ayer por enfermedad. Oliván vio la tarjeta en el minuto 94 y será sustituido ante el conjunto grancanario por Cufré. Serán dos cambios obligados, pero se espera alguno más para oxigenar al equipo.
