Comienza a quedarse sin adjetivos el diccionario para definir la gran temporada que está llevaNdo a cabo Amath Ndiaye. Sin duda ha demostrado ser uno de los grandes aciertos del director deportivo Pablo Ortells. Ayer, en un duelo complicado y poco brillante, abrió la lata ante el Cartagena y provocó el penalti que supuso el 2-1.
En el primer tanto, leyó a la perfección un pase filtrado de Salva Sevilla y, con la tranquilidad que le caracteriza, remató con la izquierda para batir a Chichizola. En el 78, disparó a puerta y se topó con la mano de Andújar. El VAR entró en acción y decretó la infracción. Otro gran partido a la saca para el senegalés.