310 minutos sin encajar. O lo que es lo mismo, tres partidos y medio seguidos sin recoger la pelota de su propia portería. Tras el gol del jugador del Rayo Vallecano Isi Palazón (min.50) en la primera jornada, ni Espanyol, ni Sabadell ni Tenerife han conseguido perforar la portería defendida por Manolo Reina. Estos son los buenos números que presenta el Mallorca en este arranque liguero, que le han valido para sumar siete puntos de doce posibles.
Si arriba el equipo es un mar de dudas, actuando más por impulsos que por sistema y con la posición de delantero centro secuestrada y a punto de resolverse, en defensa las aguas están más calmadas. Tras encajar la friolera de 65 goles en su retorno a Primera, siendo el equipo que más tantos recibió, este curso en Segunda se le ha dado la vuelta a la situación basándose en la veteranía de Manolo Reina, la solvencia de Raíllo y Valjent y el buen hacer de Sastre y Oliván.
La solvencia de la pareja formada por Raíllo y Valjent sostiene el entramado defensivo de García Plaza
Quitando que no pudo hacer nada para evitar el tanto del jugador franjirrojo en el debut en Segunda, consecuencia de un fallo colectivo en el que prácticamente medio equipo se vio envuelto, Reina sigue a buen nivel. Y no es que no le hayan exigido, especialmente el día del Espanyol y el sábado ante el Tenerife. Seguro por alto, apenas ha concedido segundas oportunidades a sus rivales tras disparos y cuando ha tenido que aparecer lo ha hecho, cuando evitó sacando en la línea un rebote dentro del área para a continuación bloquear con el cuerpo el remate del central del Tenerife Sipcic.
Baba imprescindible en el once
El mediocentro ghanés es el ancla que sostiene a este Mallorca. Baba sujeta al equipo en el centro del campo y es otra de las causas del buen trabajo defensivo del equipo. Su ayuda es fundamental para Raíllo y Valjent a la hora de dar salida al balón. Además, es el primero también en cubrir el hueco de compañeros que se suman al ataque cuando toca replegar. Su papel es insustituible en el equipo y bien lo sabe García Plaza, que ha depositado en él los galones para ser uno de los futbolistas más importantes en su esquema de juego.
Más allá de Reina bajo palos, los dos grandes protagonistas de la casi imbatibilidad del Mallorca son Antonio Raíllo y Martin Valjent. La pareja de centrales, posiblemente la mejor de la categoría, está demostrado una superioridad aplastante. Conocedores a la perfección el uno del otro tras más de un curso jugando juntos, no han cometido fallos. Seguros en el corte, intuitivos a la hora de predecir los movimientos de los atacantes y poderosos en el choque, se están permitiendo el lujo incluso de iniciar jugadas de ataque en conducción.
Oliván es la gran sorpresa en este inicio liguero, realizando actuaciones muy correctas en el lateral
En las bandas, Joan Sastre y Brian Oliván se están mostrando hasta el momento como un complemento perfecto a los dos centrales. El de Porreres se ha adueñado del carril derecho y con el paso de los minutos está mejorando sus prestaciones en defensa y en ataque. Por su parte Oliván no ha dado motivos para que tenga que sentarse en el banco y dejar su sitio al último en llegar, el argentino Braian Cufré. Muy correcto hasta el momento, no ha dejado que ningún rival le supere en banda y arriba se incorpora con facilidad.
La premisa de cualquier equipo que pretende lograr el ascenso es no encajar y, hasta la fecha, el Mallorca está cumpliendo con el guión pautado. A falta de que ofensivamente el equipo dé un salto de calidad muy necesario y urgente, los cimientos atrás son sólidos y permiten ser moderamente optimistas con el futuro del equipo en la competición.
