El Mallorca, pese al parón liguero por la crisis del coronavirus y de la incertidumbre de cuándo se reanudará la Liga, trabaja en la configuración de una plantilla que, en estos momentos, aún no sabe si logrará la permanencia en Primera División. Uno de los objetivos de la direccion deportiva bermellona es el centrocampista francés Mickael Malsa, con ofertas de nueve equipos de Primera, que a sus 24 años está realizando una espectacular temporada con el Mirandés de Segunda División y que brilló especialmente en la competición de Copa del Rey.

El Mallorca ya quiso hacerse con el mediocentro galo en el mes de enero, pero el Mirandés se cerró en banda a dejarlo salir por menos de 750.000 euros. Y ello, pese a que Malsa, que llegó al equipo burgalés el pasado verano, solo firmó por un año y queda libre el próximo 30 de junio.

Malsa (París, 1995) se formó en el Sochaux y pasó por el Platanias griego y el Royal Antwerp belga. En 2015 estuvo a prueba en el filial del Sporting de Gijón y la temporada anterior jugó en el Albacete (cedido por el Fortuna Sittard holandés), enfrentándose al Mallorca en los play-offs por el acsenso a Primera. Pese a su buen año, el equipo manchego no ejecutó su opción de compra y el Fortuna Sittard le dio la baja, firmando entonces por el Mirandés.

A las órdenes de Andoni Iraola ha jugado 22 partidos de Liga y 7 de Copa, teniendo en todos muy cerca al mediocentro mallorquín Antonio Sánchez, que está cedido por el Mallorca y al que se agarran los bermellones para intentar convencerle de firmar. Es el jugador que más amarillas ha visto en Segunda, con 14 tarjetas.

Además de los nueve equipos de Primera interesados -entre ellos un Levante que también lleva meses tras el galo- hay otros cinco clubes de Segunda División y algunos peleando, que ya han preguntado al entorno de un Mickael Malsa que ha mostrado una gran regularidad en sus dos campañas en la división de plata española.