El Sevilla está cuajando una sensacional primera vuelta con un estilo de juego muy reconocible y que se presenta como uno de los grandes peligros para el Mallorca en el duelo de hoy. Defiende muy arriba, con centrales muy fuertes y que tienen velocidad, como Koundé y Diego Carlos, y practica un juego sin demasiada elaboración y que hace mucho daño per las bandas. Ahí reside su gran fuerza, sobre todo por la derecha que forman Navas y Ocampos, que surten de balones a De Jong. La falta de puntería es uno de los defectos del equipo que dirige Julen Lopetegui porque lo cierto es que, con el equilibrio y consistencia que aporta Fernando y Banega en el centro del campo, crea muchas ocasiones de gol y encaja pocos tantos. Además, a balón parado sabe crear peligro con buenos lanzadores, como el propio Banega o Jordan.

El Sevilla tiene claro que debe presionar al rival cuando pierde el balón para tratar de recuperarlo lo antes posible o, al menos, tratar que el adversario esté incómodo. Algunos de sus puntos flacos son su falta de claridad para cerrar los partidos y culminar sus numerosos ataques por el desatino en sus delanteros, sea quien sea el que alinee el técnico vasco. Algo preocupante en los casos del holandés Luuk de Jong, el israelí Munas Dabbur o el mexicano Chicharito Hernández -estos dos últimos son baja en Palma, y quizá Munir El Haddadi es el que más se salva de esa asignatura pendiente. Eso sí, el Sevilla es el único que le aguanta el ritmo al Barcelona y Real Madrid en la tabla. Por algo será.