El Mallorca ha firmado un arranque de Liga realmente pobre en cuanto a números: suma 1 punto de los últimos 18, tan solo cuatro goles a favor y doce en contra y es el equipo con más penaltis en contra de la competición. Una victoria y tan solo un empate en siete partidos le ha llevado a ocupar la penúltima posición en la tabla clasificatoria. La dificultad para crear ocasiones de gol, los continuos errores en defensa y el bajo rendimiento de algunos de sus jugadores están jugando en contra del objetivo del conjunto bermellón, que no es otro que conseguir la permanencia.

El equipo desplegó un buen juego en las primeras jornadas, a pesar de los que los resultados no acompañaron. Un sistema reconocible, con una defensa sólida e intentando ser protagonista con el balón, sea cual fuere el escenario. Desde el partido frente al Getafe, esa frescura y sensaciones parecen haber desparecido, junto con la confianza en su juego, destapando algunas carencias que se solucionaban con la alta intensidad que imprimían en cada encuentro los pupilos de Vicente Moreno.

Algunos futbolistas importantes como Lago Junior, Salva Sevilla o Baba han disminuido mucho su nivel en las últimas jornadas. El costamarfileño lleva toda la Liga lejos de ser aquel jugador desequilibrante y con gol de la temporada pasada. El pivote ghanés, de lo mejor del Mallorca al inicio de Liga, parece estar acusando la responsabilidad de llevar el peso defensivo en el centro del campo. Al de Berja, en cambio, le está costando producir jugadas ofensivas y a balón parado no está aportando tanto como el curso anterior.

El gol es la asignatura pendiente del equipo, pero sin crear ocasiones durante los encuentros se hace difícil poder lograrlos. A pesar de los postes, seis en siete partidos, el Mallorca acucia una falta de creación ofensiva preocupante. Ante el Alavés, no disparó a portería hasta el minuto 86. El equipo llega bien a línea de tres cuartos, pero luego se le nubla mente.

En el sistema que emplea Moreno, Budimir juega como único delantero y en ocasiones da la sensación de que está demasiado solo, desgastándose en exceso en la presión y a muchos metros del área rival, el hábitat natural para cualquier delantero de referencia. De hecho, ante el Getafe logró sus únicos dos goles al jugar con otro delantero puro a su lado. Más desahogado en tareas defensivas, pudo estar más tiempo en el área rival y centrarse en la tarea de meter gol.

Por otra parte, la falta de contundencia y el desacierto defensivo también tienen su parte de culpa. Al gran número de bajas en la zaga -Raíllo, Baba Rahman y Sedlar- se le suma el hecho de que los defensores bermellones no están mostrando su mejor versión y las segundas jugadas tras acciones a balón parado están castigando al equipo. La estrategia no funciona y el equipo se muestra endeble cuando se trata de defender tanto faltas como saques de esquina.

Segundo equipo con más penaltis en contra en el siglo XXI en la jornada 7

El Mallorca, con el penalti señalado en contra ante el Alavés, cuenta con el dudoso honor de ser el segundo equipo de la Liga en el siglo XXI -empatado con el Rayo Vallecano, en la 2012/13, y el Valencia, en la 2016/17- al que le señalan cinco penaltis en contra en los primeros siete partidos de Liga. Tan solo le supera la Real Sociedad del curso 2000/01, a la que le señalaron seis penas máximas.